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30 diciembre 2010

Laos - Bajando el río Mekong

Como viene siendo tradición también este año estaba intentando montar viaje a Nueva Zelanda, pero la cosa se resiste. Demasiados días necesarios y bastante caro para mis amigos. Una vez descartada la idea, preguntar quien estaba disponible y tenía ganas de irse de viaje. Agatha tenía bastantes días de vacaciones por coger, pero poco presupuesto. Mmmm... Mirar distintas páginas web, buscar vuelos y Laos parecía opción viable. Visitada solo la jungla anteriormente, para el Gibbon Experience, y muchas cosas que tenían buena pinta según fotos y comentarios de amigos. Decidido.

Vuelo Hong Kong a Bangkok ida y vuelta. Desde allí vuelo a Chiang Rai como cuando fui a la jungla. Vuelo de regreso a través de Udon Thani, en Tailandia también, pero a pocos kilómetros de la capital de Laos, Vientiane. Así salia mucho más barato y como los días no eran problema (se hace bastante más largo), hecho.


Ver el mapa en grande

Jueves coger avión y pasar noche en el aeropuerto de BKK. Sorprendido de poder dormir algo tirado en los asientos (no había tiempo para ir a dormir a un hotel en la ciudad). Vuelo a primera hora de la mañana a Chiang Rai. Taxi. Autobús hasta Chiang Kong con niña que no paraba de mirarnos.

Barquito para pasar el Mekong y en Laos! Huay Xai. Conocido ya, pero apenas visitado la vez anterior, así que en el paseo vimos cosas nuevas. En el mismo pueblo subir una cuesta marcada por dragones y ver a los primeros monjes budistas.

Muy "Pequeño Saltamontes" :P

El primero de las decenas de templos budistas con su escuela que veríamos a lo largo del viaje. Si algo se queda en la retina es el color naranja en distintas tonalidades con el que visten.

Desde el pueblo cogeríamos barco para navegar el Mekong. Dos días en una barcaza que nos llevaría al sureste, primero a un pueblo llamado PakBeng y tras él a Luang Prabang, destino turístico principal del país.

Llegar al muelle y descubrir que las cosas van lentas en está parte del mundo. Unas cuantas horas esperando, hasta que finalmente partimos. A las doce y pico en lugar de las once que decía el cartel, embarque antes de las 10... El viaje es largo pero interesante. El Mekong y la jungla alrededor. Al de poco sorprende ver los primeros bancos de arena.

Auténticos arenales donde a veces veíamos lugareños, en otros vacas.

Kilómetros y kilómetros. Incluso con algunos sitios que parecen más playas de islas desiertas que un río.

Si no fuera por el agua marrón chocolate, claro ;-)

Seis horas de navegación y llegar a Pak Beng donde haríamos noche. En la guía y todo lo que había leído en internet lo ponían como un lugar bastante desastre, con lo que la realidad fue bastante mejor. Nada que ver ni hacer, pero al menos los lugares en donde dormir no estaban mal. Pueblo que ha crecido solo por ser punto de parada para los turistas en su viaje por el río.

Despertarse pronto, desayunar y a coger sitio en el barco. Importante ir con tiempo, porque los asientos varían desde los buenos, similares a los de un autobús,

a los bancos de madera,

acabando en el suelo mismo.

8 horas, ninguna tontería.

Mala elección de libro. Interesante, pero ventilado en nada.

El Alquimista de Paulo Coelo. En la siguiente parada lo cambiaría por otro (intercambio +20,000kips). Muchas fotos.

Estupendas vistas.

Kilómetros y kilómetros.

Mucha charla con Agatha. Bueno tener el móvil donde escuchar algún podcast, escribir esto, cargado con juegos como el Angry Birds en el que metimos bastantes horas.

Y llegar con el anochecer a Luang Prabang.

Continuará...

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