De vuelta del hiking en Shenzhen, pasar la frontera. Aunque Hong Kong sea parte de China, tiene un estatus especial, con un sistema económico, político e inmigración propios. Lo que se ha venido llamando "Un país, dos sistemas". Esto ha generado situaciones un tanto particulares, que se pueden intuir ya solo en los carteles en esa misma frontera. Es normal encontrarse en ellas advertencias de las autoridades sobre las cosas a evitar, sean prohibiciones de drogas, cantidades de tabaco o alcohol que se puede llevar encima, fotos de criminales en búsqueda, etc.Lo que no es tan normal es encontrarseun cartel dejando claro cuanto es el máximo de leche en polvo que se puede sacar de Hong Kong: 1.8kg exactamente. Todo viene de un incidente de 2008 en el que se probó que varias empresas adulteraron leche para bebés con melamina, causando la muerte de seis y cerca de 300.000 afectados en distintos grados, en la China continental. La reacción de los chinos al otro lado de la frontera fue cruzar a Hong Kong, donde las medidas de seguridad alimentarias son mayores, y comprar en masa, dejando a los locales sin leche. Tras las protestas de los hongkoneses el gobierno decidió controlar el mercado y exportación de dichos productos.
En cualquier caso en las farmacias cerca de los centros turísticos principales de la ciudad (Mong Kok por ejemplo) la leche para bebés sigue teniendo estantes específicos bien a la vista.Y es un clásico encontrarse a los turistas cargando las maletas con una buena provisión de botes, junto a otros souvenires.No iban a ser solo iPhones de "contrabando" pasando la frontera.
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