El festival de los fantasmas (hambrientos)

Festivo budista taoista celebrado el quinceavo día del séptimo mes en el calendario lunar. Realmente durante todo el mes se pueden ver ritos varios, porque es durante estos días cuando se supone que los fantasmas y espíritus, incluidos los ancestros fallecidos, vuelven del inframundo. Vas por la calle y te encuentras gente dándole fuego a montones

de dinero.

De mentira, eso sí. En algunos se puede leer "moneda del infierno", refiriéndose a ese inframundo de los espíritus. Algunos se asemejan mucho a los billetes reales. Otros tienen muchos ceros, miles o millones en cada billete. Al quemarlos se cree que les llega a los familiares fallecidos y de esta forma pueden tener todo lo que quieran en el más allá. Aparte de a billetes falsos, también se les da fuego a "lingotes de oro".

Fueron mi primer contacto con esta tradición. Cuando vi como una familia entera los "fabricaba" de hojas de papel doradas. Papiroflexia más o menos avanzada. Pero ya puestos, ¿qué más podrían querer los espíritus en el más allá? Coches.

Zapatos, utensilios de cocina, una mascota...

O el tan deseado durante muchos años iPhone.

Es curioso ver todos estos artículos en tiendas especializadas cuyas ventas se disparan en esta época, pero cuyos servicios también se usan para otros festivos o en funerales.

Aparte de todo lo que se quema, también es tradición dejar comida en la calle para los espíritus. Para que estén contentos y no entren en las casas trayendo mala fortuna. Al final así queda la calle el día siguiente...

Para cerrar el mes y asegurarse que los espíritus hambrientos encuentran su camino de vuelta al inframundo, en algunos lugares se hacen pequeños faroles en forma de flor de loto sobre barquitos. Estos se ponen en los cauces cercanos, simbolizando con su bajada la marcha de todos los fantasmas.