Perdidos en Tokyo
Es un clásico. Tokyo, gran ciudad, no tan agobiante como la ponen, supongo que vivir en Hong Kong ha cambiado mi percepción del agobio y la masificación para siempre, pero con algún que otro problemilla para el turista estándar. Primero, apenas nadie habla inglés, bueno puestos, apenas nadie habla nada más que japonés, porque allí que intenté soltar unas cuantas frases en chino, por si colaba, pero tampoco. Además aquellos que podrían chapurrear un poco tampoco se atreven. Tras miradas frías y distantes, acostumbradas al ritual de simular desinterés por el mundo que les rodea, los japoneses son tímidos y no les gusta mostrar sus deficiencias. Así que intentan no meter la pata con el inglés y prefieren a veces hasta acompañarte, uno casi un kilometro con nosotros, al lugar y si no son capaces se ponen supernerviosos. Con uno casi nos morimos de la risa, pobrecillo, Javi diciendome "o encontramos el control+alt+suprimir o este se nos suicida aquí mismo del bloqueo mental que le está entrando".
Pero al final nos fuimos haciendo a la ciudad. Todo es ponerse con el mapa.Primero el de las lineas de metros, grande de narices. Luego tocaría situar la salida de metro con el mapa de localización.Seguíamos sin aclararnos y las señales en la parada tampoco es que ayuden mucho, más bien acojonan un poquito, con tanta combinación.Y finalmente siempre queda ir a una de las ventanillas del metro y a base de señas, inglés, calculadora para el precio del billete y que los sonidos en castellano y japones se parecen muchísimo para conseguir saber que hacer.Toda una aventura ir a algún sitio las primeras veces. Ni que decir pedir comida fuera de los sitios que tenían directamente la carta con dibujitos. Yo con mis superconocimientos de chino buscando caracteres similares (el japonés está basado en chino + caracteres propios) en la carta, pero nada, los precios, grande, pequeño, mediano, con arroz, pescado y poquito más. Eso sí, por mucha fama de caro que tenga el país, quitando transporte y vivienda, que si que lo son, el resto para nada excesivo, es más, es otro sitio donde se puede comer más barato que en Spain.
Actualización (23 de enero): Vía Enrique Dans he encontrado una forma curiosa de recordar Tokyo con fotos 360º o como se llamen.
Pero al final nos fuimos haciendo a la ciudad. Todo es ponerse con el mapa.Primero el de las lineas de metros, grande de narices. Luego tocaría situar la salida de metro con el mapa de localización.Seguíamos sin aclararnos y las señales en la parada tampoco es que ayuden mucho, más bien acojonan un poquito, con tanta combinación.Y finalmente siempre queda ir a una de las ventanillas del metro y a base de señas, inglés, calculadora para el precio del billete y que los sonidos en castellano y japones se parecen muchísimo para conseguir saber que hacer.Toda una aventura ir a algún sitio las primeras veces. Ni que decir pedir comida fuera de los sitios que tenían directamente la carta con dibujitos. Yo con mis superconocimientos de chino buscando caracteres similares (el japonés está basado en chino + caracteres propios) en la carta, pero nada, los precios, grande, pequeño, mediano, con arroz, pescado y poquito más. Eso sí, por mucha fama de caro que tenga el país, quitando transporte y vivienda, que si que lo son, el resto para nada excesivo, es más, es otro sitio donde se puede comer más barato que en Spain.
Actualización (23 de enero): Vía Enrique Dans he encontrado una forma curiosa de recordar Tokyo con fotos 360º o como se llamen.
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