Eurocopa

Una de las cosas incómodas de vivir por esta parte del planeta es el cambio horario. Todo pasa más tarde de lo que debería. Las mañanas son tranquilas en la oficina y a medida que avanzan las horas y la gente se va incorporando en el resto del planeta empiezan a llegar más y más cosas.

Con la Eurocopa ha sido similar. Una pereza considerable ver los partidos a las tantas de la noche. Pero bueno, finalmente decidí pasarme por la final. Y la cosa estuvo interesante.

Uno de los bares de Wanchai, con pantalla gigante y otras tres teles más. El "Spanish corner" el que más ruido metía y yo a caballo entre ellos y algún amigo que tenía que estaba con los alemanes.

Acabar a las 5 de la mañana y dejar a unos y otros ahogando penas o celebrandolo y empalmar con el trabajo. Hoy los "ojos panda" (las caras de sueño según los locales) eran la norma en la oficina.