Nueva Zelanda 1 - Christchurch, Nelson
Llevaba tres años ya intentando ir a Nueva Zelanda, pero por diferentes razones nunca lo había conseguido. Este año parecía que podía ser. Agatha me había dicho que en noviembre podría, yo me encargaba de conducir y ella seguía el plan que había preparado. La forma más habitual de visitar el país es en furgoneta habilitada, con camas, una pequeña cocina y alguna cosa más. La isla sur con todas sus maravillas naturales cómo destino principal: glaciares, fiordos, playas, ballenas, montañas y mucho más.
Ir a la biblioteca a cogerme unas cuantas guías, mirar en internet y hacerme poco a poco un plan alternativo. Mmmmm... Puede ser... Ir al norte, hacerme un hiking de tres días por la costa, un tren que cruza los "Alpes"... Podría tener buena pinta. Un poco cómo si estuviera preparando un segundo viaje (aunque no haya hecho aún el primero) en el que explorar con más tranquilidad algunos puntos concretos. Reservar hostales, buses para los primeros días, los refugios en el recorrido... Una conocida que está trabajando allí que me dice que igual se apunta a parte del viaje. Descargarme el mapa (MapDroyd), guías en PDF, últimas reuniones, intentar cerrar cuantas más cosas posibles en la oficina, despedirme y a la carrera llegar al aeropuerto. Bendito airport express y aeropuerto de Hong Kong en general, a las 20:02 en la puerta de la oficina, llegar con tiempo para pasar inmigración, comprar un libro mientras hablo por teléfono y embarcar a las 20:45. ¡A volar!
Más de nueve mil kilómetros, 10 horas de vuelo, cinco de cambio horario. Ni me había puesto a mirar esto con antelación. Nueva Zelanda definitivamente está lejos de prácticamente todo el mundo. Aterrizar en Auckland y descubrir que las cosas aquí funcionen a otro ritmo. Dos horas y pico para pasar el control de inmigración y biosanitario. Tan aislado está que muchas plagas comunes en el resto del mundo no han llegado aquí y por ello controlan con celo cualquier entrada peligrosa. A revisar cualquier comida, calzado o material que haya estado en contacto con tierra etc.
Finalmente llegar al segundo avión camino a Christchurch y volver a hacer caso al vídeo de seguridad a bordo :PNo hay como hacer el tonto un poco para que la gente preste atención. Además con distintas versiones. Estupendas vistas de lo que iba a disfrutar más tarde desde la ventanilla.Aterrizar tras vuelo corto, autobús al centro y paseo al hostal. Lugar curioso. Una antigua cárcel reformada. La entrada.Y las fotos que me recuerdan la serie Prison Break.Las escaleras y los cuartos, celdas antes.Cenar algo y darme un paseo por los alrededores. Muy cerca el parque central de la ciudad, Hagley Park. Más verde allí que en todos los parques de Hong Kong juntos.Las comparaciones me acompañan todo el viaje, por el contraste. En todo el país, algo más grande que Gran Bretaña, hay menos (1,2 millones) de una quinta parte de la población de Hong Kong (siete millones), que es más pequeño que Vizcaya (la mitad para ser exactos). Así que aquí hay espacio y espacio.
Gente pasando la tarde jugando a cricket.Para ser comienzo de verano temperatura baja, incluso un poco fresco cuando da el viento. A medida que pasan los días descubrir que aunque en las antípodas de casa el clima no tiene mucho que ver.
Volver al hostal y a dormir. Poco más de las diez de la noche pero caigo rendido. A la una y poco despierto, jetlag... Pero no tardo mucho en volverme a dormir. 5:45 arriba, ducha y andar con la mochila al hombro hasta la parada del autobús. Comer algo esperando y a las siete salir hacia el norte. Montañas hacia el oeste y la costa a nuestra derecha. Primera parada intermedia Kaikoura. Pueblo costero conocido por sus avistamientos de ballenas casi diarios. Darme una vuelta junto al mar bajo un cielo que no acaba de despejar.Blenheim parada para comer. Poco más que la entrada a una región llena de viñedos. Por la ventana del bus empezar a ver esos paisajes verdes verdes que caracterizan a Nueva Zelanda, tierra del Señor de los Anillos.Y finalmente llegar a Nelson... bajo el diluvio... Ayyaaaa... Parece que ha estado así el día completo e igual de mal pronóstico para mañana. Uffff... Va a ser un hiking pasado por agua. Comprar comida, preparar la mochila con las bolsas impermeables dentro y a dormir.
Ir a la biblioteca a cogerme unas cuantas guías, mirar en internet y hacerme poco a poco un plan alternativo. Mmmmm... Puede ser... Ir al norte, hacerme un hiking de tres días por la costa, un tren que cruza los "Alpes"... Podría tener buena pinta. Un poco cómo si estuviera preparando un segundo viaje (aunque no haya hecho aún el primero) en el que explorar con más tranquilidad algunos puntos concretos. Reservar hostales, buses para los primeros días, los refugios en el recorrido... Una conocida que está trabajando allí que me dice que igual se apunta a parte del viaje. Descargarme el mapa (MapDroyd), guías en PDF, últimas reuniones, intentar cerrar cuantas más cosas posibles en la oficina, despedirme y a la carrera llegar al aeropuerto. Bendito airport express y aeropuerto de Hong Kong en general, a las 20:02 en la puerta de la oficina, llegar con tiempo para pasar inmigración, comprar un libro mientras hablo por teléfono y embarcar a las 20:45. ¡A volar!
Más de nueve mil kilómetros, 10 horas de vuelo, cinco de cambio horario. Ni me había puesto a mirar esto con antelación. Nueva Zelanda definitivamente está lejos de prácticamente todo el mundo. Aterrizar en Auckland y descubrir que las cosas aquí funcionen a otro ritmo. Dos horas y pico para pasar el control de inmigración y biosanitario. Tan aislado está que muchas plagas comunes en el resto del mundo no han llegado aquí y por ello controlan con celo cualquier entrada peligrosa. A revisar cualquier comida, calzado o material que haya estado en contacto con tierra etc.
Finalmente llegar al segundo avión camino a Christchurch y volver a hacer caso al vídeo de seguridad a bordo :PNo hay como hacer el tonto un poco para que la gente preste atención. Además con distintas versiones. Estupendas vistas de lo que iba a disfrutar más tarde desde la ventanilla.Aterrizar tras vuelo corto, autobús al centro y paseo al hostal. Lugar curioso. Una antigua cárcel reformada. La entrada.Y las fotos que me recuerdan la serie Prison Break.Las escaleras y los cuartos, celdas antes.Cenar algo y darme un paseo por los alrededores. Muy cerca el parque central de la ciudad, Hagley Park. Más verde allí que en todos los parques de Hong Kong juntos.Las comparaciones me acompañan todo el viaje, por el contraste. En todo el país, algo más grande que Gran Bretaña, hay menos (1,2 millones) de una quinta parte de la población de Hong Kong (siete millones), que es más pequeño que Vizcaya (la mitad para ser exactos). Así que aquí hay espacio y espacio.
Gente pasando la tarde jugando a cricket.Para ser comienzo de verano temperatura baja, incluso un poco fresco cuando da el viento. A medida que pasan los días descubrir que aunque en las antípodas de casa el clima no tiene mucho que ver.
Volver al hostal y a dormir. Poco más de las diez de la noche pero caigo rendido. A la una y poco despierto, jetlag... Pero no tardo mucho en volverme a dormir. 5:45 arriba, ducha y andar con la mochila al hombro hasta la parada del autobús. Comer algo esperando y a las siete salir hacia el norte. Montañas hacia el oeste y la costa a nuestra derecha. Primera parada intermedia Kaikoura. Pueblo costero conocido por sus avistamientos de ballenas casi diarios. Darme una vuelta junto al mar bajo un cielo que no acaba de despejar.Blenheim parada para comer. Poco más que la entrada a una región llena de viñedos. Por la ventana del bus empezar a ver esos paisajes verdes verdes que caracterizan a Nueva Zelanda, tierra del Señor de los Anillos.Y finalmente llegar a Nelson... bajo el diluvio... Ayyaaaa... Parece que ha estado así el día completo e igual de mal pronóstico para mañana. Uffff... Va a ser un hiking pasado por agua. Comprar comida, preparar la mochila con las bolsas impermeables dentro y a dormir.
1 Comments:
A las buenassssss. el vídeo del avión muy bueno. y el hostal es muy bonito y acogedor, durmiendo en una cárcel (eso puedes decir a la gente) y los paisajes me encantan.
Ondo segi eta urte berri on
By Anónimo, at 28/12/11 7:20 a. m.
Publicar un comentario
<< Home