Nacidos para correr
Uno de los bestsellers del mundo del deporte: Born to run.
Nacidos para correr.
La narración se centra en la historia de una carrera muy especial en las Barrancas del Cobre, México, donde vive una tribu de superatletas llamados los Tarahumara. El autor los presenta como los "últimos corredores". Un pueblo que sigue manteniendo la carrera como su forma de vida, transporte, festivo. Capaces de correr docenas o cientos de kilómetros en horas y días continuos. Frente a ellos en la carrera lo mejorcito de la ultra-distancia americana, en una comparativa de como se ve el correr en las dos sociedades. Con un estilo muy ágil y entretenido (las páginas pasan volando) va contando la historia en sí de la carrera, pero también mucho de su historia personal como corredor frustrado por continuas lesiones. Los estudios realizados para entender por qué esto ocurre y mucho más sobre técnica, nutrición y tecnología. Siendo su conclusión principal que los avances realizados en el último siglo son más retroceso envuelto en marketing que otra cosa.
El libro ha sido, como comenté, el pistoletazo de salida de un movimiento masivo hacia el "barefoot running", el correr descalzo, o al minimalismo: zapatillas planas, sin amortiguación, ni sistemas complejos, que protegen un poco la piel pero poco más. La base está en esos mismos Tarahumara que corren con sandalias sin ningún problema, con un calzado que les obliga a correr de una forma biomecánica correcta: cayendo sobre el pie al completo o la parte delantera del mismo y siempre bajo el centro de gravedad, zancadas no excesivamente largas, gran cadencia, rodillas flexionadas... Esto ayuda a absorber correctamente el impacto de cada zancada. En su lugar las zapatillas superacolchadas dan una sensación de mayor seguridad, más su peso, hacen que muchas personas que han crecido con ellas sean predominantemente "golpeadores de talón". Alargando mucho la zancada, cayendo con el talón y lejos del centro de gravedad las lesiones se disparan en el punto más débil del corredor, sean rodillas, espalda baja o cualquier otro que sufre con cada zancada. Porque esas zapatillas realmente no son capaces de amortiguar los cientos de kilos de fuerza (golpeo) que significa una persona adulta corriendo a todo trapo, aún más en descensos.
Así que el autor aboga frente a muchos otros a cambiar todo lo dado por supuesto antes. Fuera de las distancias puras de velocidad en lo que mucho de lo anterior es correcto, a un modo de correr más cercano a los primeros humanos, que utilizaban su habilidad para correr durante decenas de kilómetros para cazar. Frente a otros animales mucho más rápidos, pero que no pueden mantener esa velocidad durante mucho tiempo, un cuerpo humano hecho para la larga distancia, "nacidos para correr", como dice el título. Muchas cosas curiosas mencionadas. Algunas que no se si llegaré a compartir, otras que sí y por último algunas que me han abierto un mundo de nuevas ideas a investigar. Interesante descubrir por qué tal vez me casqué la espalda bajando Mount Kinabalu: mal descanso que adormecieron mis nervios que deberían haber avisado de que algo iba mal, zapatillas pesadas de hiking que me daban una sensación de amortiguación irreal, bajar muchos kilómetros de desnivel cayendo sobre el talón... Podría ser.
Descubrir por tanto, como hice con la natación (aunque en este caso era más obvio), que correr tiene más técnica que la que pensaba. Ahora intento fijarme en la postura de mi espalda, la flexión de mis rodillas, caer principalmente en la parte delantera de mis pies cuando voy bajando por zonas empinadas pero sencillas (escaleras etc), aunque en zonas resbaladizas tengas que usar más el talón... Intentando hacer, en definitiva, el correr más seguro.
El libro también habla mucho de las carreras de ultradistancia, todo lo que pasa de la maratón. Pero sobre todo de carreras por sendas y montañas de 100kms y similares que han ido proliferando en los últimos años. Pero hay incluso más extremos, con 100 millas (160km) o en alta montaña (miles de metros sobre el nivel del mar) o incluso en desiertos, en Death Valley o similares en la mitad del verano. También intenta desterrar creencias que no se cumplen en la (ultra)larga distancia. Las mujeres pueden ser tan rápidas/resistentes como los hombres. Una vez que la potencia pura no es lo importante, en donde los hombres sí tienen ventajas estructurales / musculares. Las cosas se igualan cuando lo importante es el aguante, la mejor utilización de la energía en el cuerpo. Leído ya antes en otros artículos al respecto, con científicos que abogan que en un plazo medio las mujeres podrían dominar este tipo de pruebas a medida que una mayor población va participando en ellas.
Otro punto es la edad. La gente cree que correr es de jovenes, pero el libro muestra un análisis hecho a corredores de maratón y la sorpresa es que atletas de 17 y sesenta y pico años tienen similares marcas. La evolución en la resistencia es mucho más gradual que la potencia y velocidad, que tienden a tener su pico mucho antes: nadadoras de 100m en su esplendor en la adolescencia, saltadores, etc. Frente a ello la curva de mejora física es gradual hasta alrededor de los 28 años, pero a partir de ahí la caída es muy pequeña año a año, muchas veces compensada por una resistencia mental mayor. Lo que se refleja en maratonianos y similares ganando carreras hasta muy avanzada edad y muy buenos tiempos en categorías senior. El "truco" es nunca dejar de correr: "No se deja de correr porque uno se hace viejo, sino que uno se hace viejo cuando deja de correr".
Muchas historias de otras carreras similares en donde se intercalan las vivencias de personajes pintorescos que plagan la ultradistancia: Jenn “Mookie” Shelton, Billy “Bonehead” Barnett, Barefoot Ted... Que conectan con siguiente libro que leí.
Continuará...
Nacidos para correr.
La narración se centra en la historia de una carrera muy especial en las Barrancas del Cobre, México, donde vive una tribu de superatletas llamados los Tarahumara. El autor los presenta como los "últimos corredores". Un pueblo que sigue manteniendo la carrera como su forma de vida, transporte, festivo. Capaces de correr docenas o cientos de kilómetros en horas y días continuos. Frente a ellos en la carrera lo mejorcito de la ultra-distancia americana, en una comparativa de como se ve el correr en las dos sociedades. Con un estilo muy ágil y entretenido (las páginas pasan volando) va contando la historia en sí de la carrera, pero también mucho de su historia personal como corredor frustrado por continuas lesiones. Los estudios realizados para entender por qué esto ocurre y mucho más sobre técnica, nutrición y tecnología. Siendo su conclusión principal que los avances realizados en el último siglo son más retroceso envuelto en marketing que otra cosa.
El libro ha sido, como comenté, el pistoletazo de salida de un movimiento masivo hacia el "barefoot running", el correr descalzo, o al minimalismo: zapatillas planas, sin amortiguación, ni sistemas complejos, que protegen un poco la piel pero poco más. La base está en esos mismos Tarahumara que corren con sandalias sin ningún problema, con un calzado que les obliga a correr de una forma biomecánica correcta: cayendo sobre el pie al completo o la parte delantera del mismo y siempre bajo el centro de gravedad, zancadas no excesivamente largas, gran cadencia, rodillas flexionadas... Esto ayuda a absorber correctamente el impacto de cada zancada. En su lugar las zapatillas superacolchadas dan una sensación de mayor seguridad, más su peso, hacen que muchas personas que han crecido con ellas sean predominantemente "golpeadores de talón". Alargando mucho la zancada, cayendo con el talón y lejos del centro de gravedad las lesiones se disparan en el punto más débil del corredor, sean rodillas, espalda baja o cualquier otro que sufre con cada zancada. Porque esas zapatillas realmente no son capaces de amortiguar los cientos de kilos de fuerza (golpeo) que significa una persona adulta corriendo a todo trapo, aún más en descensos.
Así que el autor aboga frente a muchos otros a cambiar todo lo dado por supuesto antes. Fuera de las distancias puras de velocidad en lo que mucho de lo anterior es correcto, a un modo de correr más cercano a los primeros humanos, que utilizaban su habilidad para correr durante decenas de kilómetros para cazar. Frente a otros animales mucho más rápidos, pero que no pueden mantener esa velocidad durante mucho tiempo, un cuerpo humano hecho para la larga distancia, "nacidos para correr", como dice el título. Muchas cosas curiosas mencionadas. Algunas que no se si llegaré a compartir, otras que sí y por último algunas que me han abierto un mundo de nuevas ideas a investigar. Interesante descubrir por qué tal vez me casqué la espalda bajando Mount Kinabalu: mal descanso que adormecieron mis nervios que deberían haber avisado de que algo iba mal, zapatillas pesadas de hiking que me daban una sensación de amortiguación irreal, bajar muchos kilómetros de desnivel cayendo sobre el talón... Podría ser.
Descubrir por tanto, como hice con la natación (aunque en este caso era más obvio), que correr tiene más técnica que la que pensaba. Ahora intento fijarme en la postura de mi espalda, la flexión de mis rodillas, caer principalmente en la parte delantera de mis pies cuando voy bajando por zonas empinadas pero sencillas (escaleras etc), aunque en zonas resbaladizas tengas que usar más el talón... Intentando hacer, en definitiva, el correr más seguro.
El libro también habla mucho de las carreras de ultradistancia, todo lo que pasa de la maratón. Pero sobre todo de carreras por sendas y montañas de 100kms y similares que han ido proliferando en los últimos años. Pero hay incluso más extremos, con 100 millas (160km) o en alta montaña (miles de metros sobre el nivel del mar) o incluso en desiertos, en Death Valley o similares en la mitad del verano. También intenta desterrar creencias que no se cumplen en la (ultra)larga distancia. Las mujeres pueden ser tan rápidas/resistentes como los hombres. Una vez que la potencia pura no es lo importante, en donde los hombres sí tienen ventajas estructurales / musculares. Las cosas se igualan cuando lo importante es el aguante, la mejor utilización de la energía en el cuerpo. Leído ya antes en otros artículos al respecto, con científicos que abogan que en un plazo medio las mujeres podrían dominar este tipo de pruebas a medida que una mayor población va participando en ellas.
Otro punto es la edad. La gente cree que correr es de jovenes, pero el libro muestra un análisis hecho a corredores de maratón y la sorpresa es que atletas de 17 y sesenta y pico años tienen similares marcas. La evolución en la resistencia es mucho más gradual que la potencia y velocidad, que tienden a tener su pico mucho antes: nadadoras de 100m en su esplendor en la adolescencia, saltadores, etc. Frente a ello la curva de mejora física es gradual hasta alrededor de los 28 años, pero a partir de ahí la caída es muy pequeña año a año, muchas veces compensada por una resistencia mental mayor. Lo que se refleja en maratonianos y similares ganando carreras hasta muy avanzada edad y muy buenos tiempos en categorías senior. El "truco" es nunca dejar de correr: "No se deja de correr porque uno se hace viejo, sino que uno se hace viejo cuando deja de correr".
Muchas historias de otras carreras similares en donde se intercalan las vivencias de personajes pintorescos que plagan la ultradistancia: Jenn “Mookie” Shelton, Billy “Bonehead” Barnett, Barefoot Ted... Que conectan con siguiente libro que leí.
Continuará...
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