Iurgi de excursion

12 agosto 2005

Cuando todo empieza a ser "Made in China"

Desde hace unos años no se para de hablar de China en el entorno económico (entre otras fue una de las razones que me puso aquí) y en los últimos meses está a la orden del día en periódicos y televisiones. ¿Por qué? Principalmente se ha hablado de la inundación de productos chinos, sus bajos precios y la competencia desleal que realizan gracias a condiciones laborales extremas y un tipo de cambio fijo por debajo de lo que debería ser.

¿Pero todo queda en eso? Podría ser que no y que China estuviera influenciando también en las tasas de inflación, los tipos de interés, salarios, beneficios empresariales e incluso el precio de la vivienda.

La entrada de China en el mercado internacional ha supuesto un crecimiento espectacular en la mano de obra disponible de manera global con una economía increiblemente abierta al comercio internacional. Es cierto que China exporta cada vez más, pero también es cierto que sus importaciones crecen casi al mismo ritmo. Su aporte de capital sin embargo ha sido limitado, lo que ha reducido el ratio "capital / mano de obra" casi a la mitad, apoyado por la entrada de otros países en similares condiciones como India, o los países exURSS. Ésto podría explicar la tendencia de los últimos años en los que los trabajadores han perdido poder de negociación y los beneficios empresariales se han disparado. Si bien el número real de puestos de trabajo deslocalizados desde los paises desarrollados ha sido limitado, el mero hecho de la existencia de esta amenaza ha conseguido limitar los incrementos salariales.

También está afectando al precio de los productos que importa, teniendo especial relevancia en los mercados del petroleo y distintas materias primas. De esta forma, se puede decir que China está consiguiendo modificar los precios relativos y el reparto de los ingresos.

El control de los salarios y el efecto positivo que tienen sus exportaciones baratas para las inflaciones de los paises occidentales ha llevado a que los bancos centrales hayan podido reducir los tipos de interés hasta mínimos históricos, por debajo de lo que cabría esperar en otras circunstancias. Por otra parte, para mantener el yuan fijo al dólar, China siguió comprando una cantidad ingente de bonos del tesoro estadounidenses, bajando el tipo de interés a largo plazo de EE.UU.
Todo ello ha podido llevar a un excesivo crecimiento del crédito y la liquidez en los mercados, una de las razones de la más que posible burbuja inmobiliaria que están sufriendo países como España, EE.UU. o Reino Unido.

¿El despertar del nuevo gigante empieza a cambiar el equilibrio del mundo?

Vía: Economist