Iurgi de excursion

08 enero 2008

Nepal: Balcón de los Annapurnas

Desde Pokhara coger el minibús de nuevo y al comienzo del "paseo" (treking, hiking o como se quiera llamar). La expedición totalmente preparada, con equipo de apoyo (que hacían de guías, animadores, apoyo en los tramos "difíciles" para los más cansados, cocineros y camareros) y porteadores. Vamos, suficiente como para subirse al campo base del Everest, aunque el objetivo era algo más sencillo. Birethati - Ulerri - Ghorepani - Poon Hill - Tadapani - Chomrung - Tolka y se acabó. Empezando por debajo de los mil metros y con un máximo de 3.200m.

La ruta que seguimos es el camino principal que une distintos pueblos a los pies de los Annapurnas. Parte camino de piedra.

El partido maoista, que controla gran parte del país, se hacía notar en pintadas y todo tipo de marcas. Tuvimos que pagarles un "donativo" obligatorio nada más empezar a andar.

El recorrido lleno de escalones y más escalones de piedra, barro, raíces... Cuesta arribas y cuesta abajos. Pero fácil por como lo teníamos organizado. Despertarse pronto. Recoger todo y dejarlo listo para los porteadores.

Lo de los porteadores es otro mundo. Se cogen los bultos grandes, se los organizan como pueden con bolsas de plástico, cuerdas y demás. Se lo apoyan en la frente y no los vuelves a ver hasta que toca comer o cenar, ya que están esperandote en el sitio que toque, habiendo llegado mucho antes que todos nosotros.

Uno de ellos empezando el camino.

Desayunar y salir. Parada para comer a eso de las 12 en uno de las docenas de refugios/restaurante. Tras la comida y el descanso ponerse a andar de nuevo y para las 5 en la "casa de té" (tea house) donde pasaríamos la noche. Un refugio de alta montaña, supongo que sería la versión castellana del tema. Cuartos más o menos compartidos (de 2 a x personas por cuarto) con camastros, una cocina que te dejan utilizar o comida preparada por ellos, y poco más.

El saco de dormir y el camastro estándar donde dormimos durante una semana:

Ducha más o menos congelada dependiendo del sistema (solar, cubo de agua calentado por el fuego de la cocina...). Cenar y charla, cartas o mirar las estrellas, bajo capas y capas de ropa, porque al sol y de paseo muy bien, 15-20º y sudaditas entre las subidas y la mochila a cuestas, pero nada más anochecer un frío de narices.

Anochecer en rosa frente a un par de ocho miles.

El frío, el día que más lo sentimos fue a 3.200 metros, a donde fuimos a ver amanecer. Poon Hill, cerca de Ghorepani, uno de los sitios más bonitos donde pernoctamos.

Amanecer en la lejanía aunque mi cámara no captura demasiado bien el momento.

El amanecer en mi cara. Y se agradece la verdad. A -5º tras la fría noche, el sol comienza a calentarlo todo. Por cierto, en mi nariz una de esas tiritas para ayudar a respirar, que funcionan! A partir de los 2.000 metros se empieza a notar que hay menos oxigeno, así que la cosita esa facilita el tema abriendo las fosas nasales.

Foto con las chicas junto al cartelón.

Con todo el equipo.

Las montañas siempre presentes en el horizonte.

Aunque algunas del cansancio no les prestaran demasiada atención en ciertos momentos.

En mi caso bien, fácil, y cumplí con mi promesa a Martina y me porté muy bien, ni correr cuesta abajo ni hacer ninguna burrada ^__^

Un lugareño de paseo por las mismas montañas que nosotros. La diferencia que el en chanclas, sus muchos años y con no sé cuantos kilos colgados de la cabeza.

Una casa cualquiera con su colada bien puesta

Parte de nuestra equipo de apoyo descansando, en una posición muy asiática. A un occidental le parece de todo menos cómodo. Ngawan el jefe de la expedición con el sombrero. El "peque" solía ser el primero de la fila. Y el "japo" que era el que hacía de avanzadilla si era necesario (cuando ibamos con prisa se adelantaba para pedir la comida y demás en la siguiente parada).

El padre de Ngawan. A sus 75 años, en un país donde la esperanza de vida media sigue siendo menos de 60, nos siguió sin ningún problema. Un Sherpa de pura cepa. Con su libro en sanscrito con salmos, de lectura en cualquiera de las paradas. (¿Ander no tenía un jersey igualito?)

Volver a andar en la nieve después de no se cuanto tiempo, muy poquita, pero suficiente para alguna miniguerra de bolas de nieve y sobre todo disfrutar del sonido al andar sobre nieve virgen.

La nieve es chula, pero el hielo ya es otra cosa. Pista de patinaje muchas veces, con algún tortazo digno de dibujos animados. En mi caso las Salomon recien compraditas se portaron bien.

Lugareña fumandose un cigarrillo y la perra que nos siguió cuesta arriba y cuesta abajo durante tres días. Lista como ella sola sabía que se ganaría muchas de nuestras sobras y algún dulce que otro.

Un puente cualquiera de la docena que pasamos en el camino.

Y el viaje estuvo lleno de niños. Niños jugando, niños saludando, niños a la espera de un dulce. Sonrisas en la pobreza.

Y se acabó el paseo por los Annapurnas.

Datos de contacto del guía, por si alguna vez alguien quiere montarse algo parecido.
Ngawang Sherpa
ngawang_sherpa7@yahoo.com
Tel: 00977-1-4377029 (Kathmandu)
00852-23960900 (Hong Kong)
Fax: 00977-1-4247467

1 Comments:

Publicar un comentario

<< Home