Lu Shan

Teníamos un fin de semana largo en julio, así que aprovechamos para visitar otro rincón de China: Lu Shan en la provincia de Jiangxi. Por lo que habíamos leído más montañas y cataratas a visitar. Autobús a Shenzhen directos desde la oficina el viernes. Hacer noche en un hotel allí. A muy primera hora aeropuerto a NanChang, capital de la provincia, un par de buses y llegamos al lugar a mediodía.

Comprar un pase para autobuses que te llevan al principio de bonitos y sencillos paseos.

En todo momento el agua y las montañas como escenario.

Precipicios (y vaqueros, ver en grande)

Y construcciones típicamente chinas.

El pueblo como tal, en lo alto de las montañas, mezcla entre mercados donde comprar frutas y comida tradicional varia.

Y tiendas de lo más modernas, restaurantes de todo tipo, luces y más luces.

 

El segundo día fuimos al plato fuerte del lugar. Recorrido mucho más empinado, aunque en China con dinero siempre se pueden hacer las cosas de manera distinta.

Como una reina la señora. Y los "porteadores" duros como las rocas que los rodean. Llegar a una de las cataratas.

Bonita. Sino fuera por las docenas de personas que la abarrotan. Balsas, barcas con forma de cisne, globos, gente con tacones...

 

Estándar lugar turístico en China. Aún así tiene encanto el sitio por algunas estructuras.

Y el agua transparente que sigue su camino bajando y bajando por la montaña.

Encontrarnos con el "dedo de Dios", o algo así lo llamaban en varios panfletos.

Y teleféricos para hacer aún más fácil el recorrido.

Últimos paseos un poco estropeados por la niebla: sin vistas.

Pero a base de repetir conseguimos llegar a sacar esas fotos que queríamos.

Incluidas ranas-roca.

Y verde junto a nubes que se empezaban a formar de nuevo.

Coger autobús de vuelta por carretera con muchas curvas y unas cuantas risas.

Segundo bus. Comer junto al aeropuerto. Avión. Bus de vuelta a Puerto Perfumado.

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