Iurgi de excursion

24 febrero 2011

El punto de no retorno

Hace ya muchos años que leí esto por primera vez. No sé como llegué a ello. Supongo que a través de un blog de un amigo de un amigo de... el mundo de los becarios y los "expatriados". De una forma sencilla explica un sentimiento que muchos tienen o tenemos o tuvimos, no sé muy bien que verbo elegir. Copio y pego parte:

"... cuando uno sale, y ve el mundo con los mismos ojos de antes, las ideas que antes parecían ser ley de vida, adquieren otros matices, otras formas. Aquellas ideas tan claras, pasan a ser parte de la historia de uno, o a formar parte de "un todo" mucho mas complejo y completo que antes.

Cuando uno se da cuenta de que hay vida debajo de "Pajares" (frontera natural entre Asturias y León), de que las convicciones de uno pueden y deben ser modificadas, y de que la vida es mas simple que todo eso...

Es cuando uno crece. Creces como persona, como humano, como amigo. Llega un punto en el que uno crece, un punto en que...

Cuando regresas a casa, tu casa, la que ha sido toda tu vida, la que seguirá siendo toda tu vida, y ves que nada ha cambiado excepto las "nuevas coñas" de tus amigos, que parece que todo sigue en su sitio, todo excepto tu. Tu mente ha cambiado pero tu entorno no.

Tus amigos siguen en el mismo bar del que saliste hace cinco años y la carretera de tu casa sigue en el mismo mal estado que siempre. Las preocupaciones de tus familiares, amigos y gente que te quería y te sigue queriendo sigue discutiendo las mismas cosas, pero nada ha avanzado. Es como si el tiempo se hubiese paralizado para todos excepto para tí.

Ya no quieres repetir las, mismas acciones, mismas risas, misma vida que antes. Todo pertenece al pasado ahora. Has estado tanto tiempo probando cosas nuevas, y cuando pretendes probarlas en tu propia casa, todo son reticencias. "Total, siempre va a estar ahí", te responden. Pero para ti, ya ves la vida desde otro punto de vista, aprecias cada minuto en casa de una manera que los demás no entienden, no quieres quedarte quieto y hacer como si nada hubiese pasado en estos últimos años. Te empiezas a sentir extraño entre los que te aman. Sientes que quieres volver a salir.

Y es cuando te sientes como una sombra, cuando regresas al exterior, a ese sitio desde donde regresaste "a tu casa", y te das cuenta de que ahora te encuentras en un entorno donde cada día es una experiencia distinta, todo nuevo...

Mi amigo me dijo que hay un punto en el cual se cambian los papeles. Un punto de "no retorno". Un punto en el que no quieres volver a casa, porque eso significa estancarse, y que sin embargo eres el primero en querer regresar. Llevas a tu tierra y tus amigos en el corazón, pero cuando realmente estás allí, eres una sombra. Amas a tu tierra en la distancia, pero "la odias" cuando estás ahí por no haber cambiado, por no haberte dado una oportunidad de poder tener una vida digna allí. Es cuando agradeces la ingratitud de tu tierra por haberte forzado a cambiar tu mente haberte hecho despertar de ese sueño.

Tengo miedo de llegar a ese punto, porque quiero volver a mi tierra. Pero soy consciente de que "no se es consciente" cuando se está cruzando ese punto...
"

Recuerdo a Diego, gallego, becario ICEX, segunda hornada que conocí aquí. No era la primera vez que estaba fuera. Había vivido en Irlanda algún tiempo creo, me suena que de Erasmus o algo similar. No sé. No importa realmente. Vino aquí y estuvo 15 meses. Suficiente tiempo como para hacerse a la ciudad, a su gente, a su ritmo. Se acabó su beca y aunque intentó encontrar trabajo aquí, no tuvo suerte y se volvió a su tierra. Llegar y darse cuenta que de repente todo le parecía vacío, sin gente, decía con sorpresa que sufría un shock "cultural" por primera vez en su vida, ¡en su propia casa! Veía todo distinto tras meses (no muchos comparado con toda una niñez y juventud) en esta ciudad que te atrapa y transforma. Con todo, el tiempo pasó y ahora es feliz por aquellas tierras.

El texto arriba. Como muchos yo me sentí identificado. Sí que es cierto que durante un tiempo tenía la sensación de volver a casa y sentir que todo se había parado en el tiempo, amigos, familia, conversaciones que se repetían. Días para disfrutar de todo aquello, pero empezar a querer de nuevo mi rutina en Hong Kong, que es de todo menos rutina.

Ahora cambia un poco mi perspectiva. Muchas cosas que han pasado por aquellas tierras lejanas, malas (mi pésame más sentido por los que nos dejaron, sobre todo los cercanos, con los que había estado "de copas" hace nada) y buenas. Amig@s que empiezan a casarse, niños, pasos adelante. Y ya son 6 años en estas tierras, un año anterior en Miami. Siete años ya fuera del todo y dos anteriores a caballo. Por eso, volver a Bilbao es volver a casa, pero volver a Hong Kong también lo es.

Recuerdo la sensación, hace un tiempo, de agobio camino al aeropuerto. De madrugada, coger el autobús desde CauseWayBay, donde vivía, y pasar por todos esos sitios que han sido mi día a día en los últimos años (CauseWayBay, Wanchai, Admiralty, Central, LanKwaiFong, SheungWan, Lantau...) dándome cuenta que algún día haría ese mismo trayecto camino al aeropuerto pero para dejar esta ciudad y empezar una nueva vida, tal vez en Bilbao o algún otro sitio. E imaginarme ese momento me dio pena, agobio. Definitivamente esto es casa también y lo seguirá siendo aún cuando me vaya.

Dedicado a los que han estado de charla conmigo de lo divino y lo humano y a los que he bombardeado con mis distintos puntos de vista.

18 febrero 2011

Bohol

Año nuevo chino. No tenía ningún plan que me apeteciera. Me habían comentado Myanmar, Boracay... Pero estaba pensando quedarme en Hong Kong hasta que Josephine me dijo si me apetecía ir a bucear a Filipinas. Ella quería ir a Puerto Galera, pero yo ya había estado. Mirar otras opciones y las colinas de chocolate en Bohol tenían buena pinta.

Coger avión a la 1:40am, aterrizar en Manila, nuevo vuelo y aterrizar en Bohol a las 7am. Extraño amanecer, con humillo, como si los lugareños estuvieran quemando cosas alrededor. Tal vez preparando las tierras para la época de lluvias.

A y media en el hotel y sin apenas haber dormido nada... Josephine se caía de sueño, así que la dejé allí tirada en una medio hamaca, ya que todavía no podíamos coger nuestra habitación. Yo mientras a descubrir el lugar. 10 minutos de paseo y encontrar la playa, Alona Beach.

Arena blanca, palmeras pero poco más.

A ver, chulo, pero ya he visto unas cuantas de estas, así que tampoco me pareció tan espectacular como la ponían. Volver al hotel, ver que Josephine seguía en similar estado,así que cogerme el kit y al agua patos. Al fondo, tras los tanques de buceo. 40 minutos nadando entre corales.

Maravilla. El agua tenía que estar a algo más de 25°C, estupendo para nadar comparando con los 15º que tenemos en Hong Kong ahora, que esta tocando traje de neopreno...

Volver, comida y organizar lo que haríamos los siguientes días. Comparaciones y regateo en las tiendas de buceo. Josephine al mando, que es la que tiene más requerimientos. Dos días, seis buceos, que al final fueron cinco.

Primer día en la propia isla, incluido buceo nocturno. Un montón de peces león, interesante.

Esto fue en el buceo de noche, que a nivel "técnico" fue un poco desastre. Josephine casi se pincha con uno de esos bichos, venenosos. Perdió un poco la noción de profundidad y nos fuimos a superficie demasiado pronto... Una alemana del grupo nos echó la bronca. En fins... Segundo día en Balicasag. Una islita a 45 minutos en banca desde Alona Beach. Este ya sí que es buceo de mucha calidad. ¡Quince tortugas!

A cada cual más grande, en cuanto nos acercábamos despegaban del fondo y se escapaban, pero alguna perezosa me dejó acercarme a menos de metro de ella. Aparte de Jacks (no sé como llamarlos en castellano), formando círculos con casi un centenar de ellos y mucho más.

El siguiente día nos tocaba turisteo. Para ello teníamos que contratar coche o furgoneta que nos llevara a los distintos puntos de interés. Cuando íbamos al centro de turismo un par de chicas que nos paran y nos dicen que acaban de contratar un coche y si nos apetece compartirlo. 500 pesos por persona y visitar todo en ocho horas. Perfecto.

Primera parada el mirador de los conquistadores.

Y como es Filipinas, sin mucho problema para subirse a la escultura, no comments...

Segunda parada restaurante flotante.

Un buffet río arriba.

Ver una cascadita y bailes y cantos regionales.

No sé si yo me atrevería a poner las piernas entre esos bambus chocando... De allí a ver a los primates más pequeños del planeta.

Los tarsier. Son nocturnos, así que cuando los vimos estaban totalmente dormidos.

Mono ¿eh? Un poco peluche, sobre todo porque su tamaño era como la palma de la mano. Eso sí, cuando abren los ojos ya es otra cosa.

Animales muy especiales al borde de la extinción y uno de las atracciones de Bohol. Los únicos simios completamente carnívoros, aunque sea de bichos pequeños, insectos y similar.

De allí a las Colinas de Chocolate. El tiempo, puro trópico, en cambio continuo, así que se nos puso a diluviar.

Las montañitas de la zona son como puñados de azúcar moreno o chocolate en la época seca, verde ahora, docenas en el horizonte cubierto por las nubes.

Más. Visita a un jardín de mariposas.

Interesante, porque mostraban todo el proceso, la vida de ellas, desde salir del huevo

a oruga

hasta mariposa que tiende a vivir poquitos días.

Pasar un puente colgante.

Nada comparado con el de Laos y de allí a una iglesia que tenía un pequeño museo, pero cerraba a las cinco, prácticamente cuando llegamos, así que no pudimos entrar. En su lugar ver como llegaba el cura.

Y como empezaba la misa. Curioso que fuera con cantos en inglés y una gran pantalla como si fuera un karaoke.

Día completo que acabó con cena en la playa.

Último día, nuestro vuelo no salía hasta casi las cinco de las tarde, con lo que teníamos tiempo para irnos de "island hopping". Banca, barquito con flotadores a los lados, y a visitar un par de islas.

Saliendo de Alona Beach en dirección sur.

Por casualidad tenía unos tapones encima. Muy buena opción a recordar para la siguiente, porque el ruido de la embarcación era muy considerable. Josephine y la chica coreana que se apuntó con nosotros tapándose los oídos todo el viaje, alrededor de 40 minutos.

Balicasag de nuevo, esta vez con gafas y tubo al "Santuario", cientos de peces pequeños de todos los colores, la pared que se hunde metros abajo con peces más grandes. Una hora por allí con un guía que nos llevó y nos trajo a remo.

De vuelta Virgin Island, la isla virgen. Arenal en la mitad del mar donde atracar.

Aguas transparentes, un poco demasiadas algas pero aún así perfecto para sacar fotos.

Algunos haciendo negocio allí mismo, con su venta de cocos y alguna cosa más.

Y niños y mayores pasándoselo en grande.

Comer y comenzar el viaje de vuelta a Hong Kong. Casi cinco días y cuatro noches exprimidos.

Fotos de buceo: David Chiou

11 febrero 2011

Comparando Hong Kong y España

Me gusta comparar. Ya lo hice en su día con las distintas sensaciones entre Hong Kong y casa. Hace poco me encontré una página que compara estadísticas de distintos países y ahí que me puse a ver las diferencias.

Si vivieras en España en lugar de Hong Kong
· Tendrías 3,4 veces más posibilidades de estar en paro
· Tendrías un 43% más de posibilidades de morir en la infancia
· Tendrías cinco veces más posibilidades de tener VIH/SIDA
· Ganarías un 21% menos
· Morirías 1,78 años antes
· Tendrías un 28% más de hijos
· Sufrirías un 40% menos de diferencias de clase (desigualdades, distancia entre ricos y pobres)

La cosa sale bastante a favor de Hong Kong. Incluso más desde un punto de vista egoísta, ya que la mayoría de extranjeros aquí, estamos en el lado "bueno" de las desigualdades. Datos como el del SIDA y el número de niños que no sabía.

Aunque hay que tomar esto como lo que es, poco más que un juego. Para comparar realidades de forma seria se requeriría un estudio mucho más exhaustivo. No siempre las cifras son comparables, ni los organismos implicados recopilan todo lo que deberían. Y muchas cosas, como la felicidad de las personas, no se refleja en ellas.

03 febrero 2011

Era sí era no

Otra vez guitarra en mano cantando y jugando con el ordenador.


Canción compuesta y grabada hace un tiempo, intentando ponerme en el papel de alguien, o más bien mostrar mi no entendimiento. Poco a poco fui dibujando lo que formaría el vídeo con una pequeña tableta que tengo que se conecta por usb al ordenador. Es divertido, pero más complejo de lo esperado, supongo que a mayor calidad del dispositivo más sencillo será. Un par de dibujos los cogí de la misma página que utilizaba para dibujar (queeky) porque mostraban exactamente lo que buscaba y no conseguía plasmar los sentimientos que quería en las caras de las chicas...

Sin más, otro "proyecto" hecho, seguiré poniendo cosas que componga/cante/edite por aquí.