Iurgi de excursion

31 marzo 2012

Haciendo la colada

Marzo llegó con mucha humedad a Hong Kong, como mi primer año aquí. Semanas grises y llenas de niebla en donde apenas se podía ver nada en la montaña. Algunos días de 100% de humedad. No cambia mucho mis hábitos, pero sí que es cierto que hay que tomar algunas medidas, sino puede pasar algo como esto (pinchen y vean en grande aquellos a los que no les de asco los hongos):

Específicamente moho y formado en cosa de pocos días o tal vez un par de semanas, tras los que la dueña se dio bonito susto al abrir el armario de los zapatos. Como ya comenté los deshumidificadores son prácticamente imprescindibles en la mayoría de las casas en Hong Kong. Entre otras porque poniéndolos junto a la colada es prácticamente la única manera para secar la ropa bajo estas condiciones.

Aunque inicialmente me resultaba muy extraño, así lo estuve haciendo durante años, secando coladas dentro de casa, con un pequeño tendedero y con perchas por toda la casa. Muy "chino".

Una vez que me cambié de piso, el nuevo en Central no tiene lavadora, ni sitio para ponerla... La distribución del cuarto de baño y cocina está perfectamente hecha para que no quepa... Sigh... Así que tocó cambiar de rutina. Para ciertas cosas a las que tengo cariño lavando a mano y el resto a la lavandería.

En Hong Kong hay muchísimas, así que fui probando tres o cuatro alrededor de mi casa, hasta que me decidí por una que parecía que trataba la ropa algo mejor. Así que cada semana o diez días voy con mi cargamento. Alrededor de 12 libras, algo más de 5 kilos por 40HKD. Y en un día todo limpio, seco y medianamente doblado en la bolsa que recojo de nuevo.

A mí me sigue sin hacer ilusión. Porque el proceso, sobre todo con las secadoras, acaba machacando mucho más rápido la ropa, todo encoge en mayor o menor medida, los calcetines van desapareciendo misteriosamente, etc. Pero es lo que hay. Así que hasta me gusta cuando voy por la calle y de repente me encuentro gente que tiene la posibilidad de hacer las cosas de la forma tradicional. Ya con mejor tiempo con todo tendido al sol bajo la ventana.

Y una estampa que es muy pintoresca a la vez que habitual en las zonas no tan céntricas. Con el el primer solazo después de días de cielos encapotados y humedad agobiante, muchos salen con la ropa, tanto de vestir como de cama, y la plantan por todo espacio al sol, cubriendo barandillas, paredes, verjas, vallas y todo lo que se tercie.

Estas fotos tomadas en Ma On Shan, pero lo he visto en muchos otros sitios: Lantau, todo nuevos territorios, el este de la isla... Y ya puestos a secar, ¿por qué solo ropa? ¿Qué más está mejor bien seco y curado? La versión china (y no tan sabrosa) de algo "muy español" :P

Hong Kong Hong Kong, curioso lugar.

22 marzo 2012

Más máquinas expendedoras

El otro día de paso por la parada de Kowloon Tong ver unas máquinas expendedoras.

Acercarme, curioso innato, y ver la de paraguas de la que hablé en su día.

Otra de cacharritos varios para el teléfono: auriculares, protectores, lápices táctiles... todo dirigido a productos Apple, creo.

¿Y la última?

No tenía muy claro inicialmente. Pensaba que eran memorias USB, o SDs, hasta que quien venía conmigo me dijo que creía que eran cartuchos de tinta para impresora. Sí, eso y papel fotográfico y alguna cosa más. Y yo preguntándome a quien se le ocurre esto... ¿Realmente es algo a comprar de una máquina expendedora? ¿Le salen los números a quien ha invertido en ello? Otra curiosidad más.

15 marzo 2012

Volviendo a correr por montaña

Poco a poco la lesión de espalda parece que ha quedado atrás. Tras la temporada de natación que culminó con los quince kilómetros de carrera, comencé de nuevo a correr, poco a poco. Sobre todo en una cinta en el gimnasio que me permite ponerla hasta a 30º de inclinación. Ver que no me molestaba y empezar suave a correr por tierra y roca. Los ejercicios que aprendí para la espalda me habían reforzado aún más lo que en inglés llamamos "core": el núcleo, las lumbares, la pared abdominal interna... Por experiencia previa sé que tardo mucho en recuperarme de lesiones musculares, pero casi que las molestias eran más por estar sentado demasiado tiempo frente al ordenador que por impacto. Coger confianza y plantearme el viaje a Nueva Zelanda de hiking y más hiking. Creo que en cosa de tres semanas me metí fácil 150km de montaña. Siguiente paso apuntarme a una carrera. Una sencilla en Lantau, 14km con Enrique. Las dos semana antes de la carrera hasta arriba de trabajo, poco entrenar, estrés y poco dormir, pero aún así ahí que fuimos, con aventurilla por el camino. Me equivoqué con el horario del ferry y acabamos llegando de churro, metro y cinco corredores en un taxi (tres más que estaban en la parada escasa de taxis antes que nosotros y a los que nos acoplamos). Calentar un poco poco y para arriba, aquí ya en los últimos metros antes de meta.

Las sensaciones durante la prueba fueron buenas y el resultado mejor de lo esperado con todo. Una hora y media larga para esos 14 kilómetros entre rocas y pistas de tierra con algo menos de un kilómetro de desnivel.

Muchos no entenderán la gracia de correr por montaña, pero me resulta super divertido, más la sensación de libertad que ofrece. Este vídeo tal vez da un poco de idea de lo que se siente. Kilian Jornet, catalán, desconocido para el público masivo, pero que es seguramente uno de los mejores en esto.

Obviamente nada que ver con lo que hago. Él es totalmente profesional, mientras que yo solo lo hago por diversión y desconectar. Me estoy metiendo poco más de dos mil o tres mil metros de desnivel corriendo a la semana. Más un hiking tranquilo adicional algunas semanas, en las que muestro lo más interesante que voy descubriendo por el camino a mis amigos. Iré poniendo fotos e historia de esos nuevos lugares descubiertos, auténticas maravillas en la mitad de Hong Kong.