Iurgi de excursion

25 febrero 2007

Dinero de la suerte y otras costumbres chinas

Lucky Money. En cantonés "laisi".

Llegar a la oficina después de año nuevo chino suele ser divertido. Una hora en la que las risas y carcajadas suelen inundar sus cuatro paredes. Es tradición en estas fechas dar sobres con dinero. Los casados a los solteros. Los jefes a sus empleados. Los mayores a sus menores, normalmente familiares pero algunos también lo hacen con amigos cercanos. El color del sobre suele ser rojo, color de la buena suerte, pero también hay alguno dorado. Dentro normalmente un billete de 20, 50, 100 Hong Kong dollars. La cantidad es lo de menos y más el detalle. El sobre dará buena suerte tanto al receptor como al que lo da. Y dependiendo lo buena de la relación incluso se entregará más de uno. Yo tengo unos cuantos e incluso he dado alguno ^__^

El año nuevo chino está lleno de rituales. Tantos que muchos se me escapan. Es época de poner cosas rojas en las oficinas, sobres, papeles con buenos propósitos o frases para tener suerte. Petardos para ahuyentar a los malos espíritus, aunque en Hong Kong están prohibidos, con lo que son decorativos la mayoría, menos los fuegos artificiales oficiales en la bahía. Flores y arbustos especiales para esta ocasión. Arbolitos de mandarinas aparecen por doquier. Algunos seleccionan alguna mandarina y la guardan hasta que se seque. Los solteros deben dar tres vueltas alrededor de un arbolito para conseguir pareja en el año próximo. Es hora de poner el animal que toca este año, esta vez cerditos de oro por todas partes.

Los dragones y leones recorren las calles y las oficinas como ya comenté en su día. Y todos corriendo a coger un cacho de lechuga que simboliza fortuna, dinero, para el próximo año. Tantas cosas al final relacionadas con el dinero "que hace mover el mundo"

Antes de que llegue el nuevo año las familias hacen una limpieza a conciencia de sus hogares. Simboliza sacar la mala suerte y dejar abierta la puerta a la buena suerte del próximo año. También es momento para cortarse el pelo. Para comprarse zapatos, porque en cantonés zapato se pronuncia similar a un quejido cuando se tiene mala suerte y no se quiere pronunciarlo en las primeras semanas del nuevo año. También momento para comprar ropa con la que dar la bienvenida al año. La ropa interior de las mujeres es todo un ritual. En el caso de tener pareja, el primer día roja, para simbolizar la buena suerte. El segundo dorada o amarilla, para que el marido o pareja tenga suerte en lo monetario. El tercer día morado. Visita al arbol de los deseos, hay dos en Hong Kong, donde la gente cuelga papelitos rojos o estampa naranjas contra el tronco. La última cena del año está llena de misterios, con una decena de platos cada uno simbolizando buena suerte en la salud, el dinero, etc.

El primer día del año uno no puede barrer su casa ni ducharse para no "limpiar" la buena suerte que le cubre. El tercero no se puede visitar a amigos y familiares porque creen que ese día es propenso a la discusión. El séptimo es el "cumpleaños" de todo el mundo, momento en el que abrir los "laisee"s recibidos.

Y un montón de cosas más que seguro se me olvidan o que no conozco.

21 febrero 2007

Año nuevo chino a lo chino

Otra vez que esperaba aprovechar días de vacaciones para irme a Australia, pero finalmente no pudo ser. Así que versión china en su lugar.

Tour chino. Despertarse a eso de las 5 de la mañana y plantarse en el autobús. Guía encontrado con banderita en mano y un grupo de 30 y tantas personas, todas en un rango de edad distinto al nuestro, o niños con sus padres o gente mayor, menos dos chicas de unos 25 a 30 años. Todos chinos menos yo.

El guía, bueno, los guías, dos, uno hongkongita y el otro "continental", encantados con el micrófono en la mano. Sin parar de hablar. En cantonés. Así que no me enteraba de nada, menos horas y cuatro palabras más que empiezo ya a entender. Victoria hacía de traductora de las cosas importantes.

El viaje por Guandong, la provincia china pegada a Hong Kong.

Tres días y dos noches. Bus. Torre solar en Guanzhou. Bus. Comida a las 11:00! Bus. Balneario, saunas y demás relax 4-5 horitas. Cena a las 17:45!! Dormir. Desayuno a las 8:00. Bus. Publireportaje sobre producto medicinal chino. Visita a población estilo latinoamericano en mitad de China, con casitas unifamiliares en color pastel, calles limpias, música caribeña. Bus. Comer 12:00. Bus. Parque de atracciones. Circo. Más parque de atracciones. Bus. Pedazo de hotel. Dormir. 7:30 desayuno. Bus. Visita a fortín de la guerra del opio. Publireportaje sobre tes y varios. 12:00 Comida. Bus. Masajes en Shenzhen. A casa.

El planing es perfecto para un chino medio. Encantados. En el autobús, o oyendo al guía o durmiendo, todos, para eso los asiáticos son una raza superior ^__^ Encantados con la comida, aunque siempre fuera la misma, la especialidad de la provincia: en el mejor estilo chino, mesa circular, un cuenco donde ponerse arroz y encima ir cogiendo pollo, pato, pescado al vapor, unos vegetales, berenjena con salsa de ostra y ternera y alguna cosa más de los platos comunes centrales. Para comer y cenar, los tres días. Los hoteles de cinco estrellas. No tener que preocuparse más que de seguir al guía y oír sus batallitas y las explicaciones sobre el lugar. Visitas a fábricas donde te meten un publirreportaje sobre lo que sea, que a mí me sorprende e incluso desagrada, pero los locales encantados, porque acaban volviendo con cosas que seguramente comprarían en Hong Kong, a precio reducido, y seguramente estas visitas patrocinadas ayudan a reducir el precio del paquete, porque en total es muy barato.

Curiosa experiencia. Aunque no sé si a repetir. Mientras sacando fotos con la nueva cámara. Regalo de ama. Canon Ixus 850. La primera macro decente que creo que he conseguido hacer en mi vida, flor de año nuevo chino.

Kung Hei Fat Choi!
¡Feliz año nuevo!

14 febrero 2007

El mundo es pequeño

Cada vez más.

Vas por la calle de paseo y de repente algo te suena familiar. Algo en un escaparate de una tienda de zapatos. Ese logo lo he visto yo en alguna parte...

Es calcado al de la Caixa. ¿Cuantas posibilidades hay de que alguien de la nada se saque el mismo logo, colores incluidos, sin haberlo copiado? Creo que un zapatero fue de turismo al oeste de Europa ^__^

09 febrero 2007

Estadísticas del blog

Finalmente me he puesto a juguetear con un sistema de análisis de tráfico en el blog.

Nada muy sofisticado, Google analytics. Con ello puedo ver el número de gente que visita el blog, si entrais directamente o a través de que página, una estimación de desde que lugar en el planeta, aunque sé que no es excesivamente fiable, y algunas cosillas más.

Veamos. Resumen. Alrededor de un 70% de las visitas son de gente que realmente seguis mis andanzas y desvarios. Un 30% vienen de gente que está buscando algo en internet y San Google, yahoo! o demases los manda para aquí. Divertido las búsquedas que dan con el blog: "fotos imposibles", "ligar en singapore"... Creo que hay unos cuantos exbecarios que entran por aquí y amigos de amigos con blog (¡Hola Maliya!) Y a algunos que entran directos, tal vez hasta les puedo poner nombre, al ser desde sitios concretos que me dan pistas claras: Murcia, Lisboa... Bilbao y alrededores ganan como lugar de mayor lectura y luego Madrid, algunos días entradas desde Hong Kong...

Solo un juguete con el que pasar un rato y saber algo más del otro lado. ¡Saludos a todos!

02 febrero 2007

Irse de Hong Kong tras 8 años

Tras ocho años trabajando en la oficina el director lo deja para volverse a departamentos centrales en Madrid. Mi jefe, con el que me tocaron viajes a Corea y Taipei y con el que he tenido mucho día a día en muchos temas. Foto de despedida.

Es volver a casa pero también dejar muchas cosas. Para empezar, el banco no es precisamente la mejor empresa para la "repatriación", con retornos normalmente con una bajada considerable tanto en condiciones económicas como de trabajo a realizar. Por otra es dejar una parte de su vida. Y le he visto triste, apagado, aunque fuera su decisión, al verse ya a punto del cambio.

El agosto pasado, a las cuatro de la mañana en el autobús que me llevaría al aeropuerto camino a mis vacaciones en Bilbao y alrededores, sentí un preludio. Me di cuenta que seguramente algún día, no sé cuando, cogería ese mismo autobús y pasaría por última vez por tantos sitios que son parte de mi día a día. Y me dio pena. Aunque Bilbao, Deusto, Julio Lazurtegui, Kanala, Urdaibai, incluso Salvaje, son mis raíces, lo que siempre llamaré casa, esto, Hong Kong, sus lugares y sus gentes, empiezan a ser también un poco casa.