Hace muchos años
una bestia llamada Nian (año en mandarín) tenía aterrorizado un pequeño pueblo de China. Cada año la bestia salía de las profundidades de la montaña y atacaba al pueblo comiendo a alguno de sus habitantes.
Un día, un monje pasó por el pueblo y supo del problema. Instruyo a los jovenes mejor preparados para las artes marciales y crearon un monstruo de tela en el que bailar. El resto del pueblo tenía que estar preparado con toda clase de pirotecnia o cacharros con los que meter ruido. Tenían que asustar a la bestia.
Cuando Nian bajó de la montaña el pueblo estaba preparado. Un amenazador león de tela, un dragón, tracas de petardos, cohetes, platillos, tambores, todos a la espera de la bestia... Y desde entonces cada final de año lunar se repiten los mismos bailes y tradiciones, con la esperanza de que el año (nian) no se lleve a ninguno más consigo.Celebración de año nuevo chino. Esta vez en Macao.
Un día, un monje pasó por el pueblo y supo del problema. Instruyo a los jovenes mejor preparados para las artes marciales y crearon un monstruo de tela en el que bailar. El resto del pueblo tenía que estar preparado con toda clase de pirotecnia o cacharros con los que meter ruido. Tenían que asustar a la bestia.
Cuando Nian bajó de la montaña el pueblo estaba preparado. Un amenazador león de tela, un dragón, tracas de petardos, cohetes, platillos, tambores, todos a la espera de la bestia... Y desde entonces cada final de año lunar se repiten los mismos bailes y tradiciones, con la esperanza de que el año (nian) no se lleve a ninguno más consigo.Celebración de año nuevo chino. Esta vez en Macao.