Casualidades que marcan una vida

Algo que me gusta hacer, tal vez demasiado a menudo, es intentar imaginar como hubiera sido mi vida si alguna pequeña cosa hubiera cambiado o hubiera tomado otra decisión en un momento clave: si me hubiera metido en ingenieros, no hubiera conocido a Niko, seguramente hubiera acabado trabajando en alguna empresita de Bilbao o alrededores, nunca se me hubiera ocurrido presentarme a las becas, China seguiría siendo algo lejano y desconocido o, que hubiera pasado si con esa chica hubieraaaaaa... Pero en general, la conclusión final es que si que cambiaría cosas, pero que estoy contento con las decisiones importantes tomadas.

Esta semana santa en la que me he quedado en la isla, al no encontrar ningún viaje que por distintas razones me convenciera del todo, la he pasado de charleta con mi cuadrilla china y algunas dudas se han ido resolviendo. Una de las más curiosas es sobre Stacey. Mucha gente no se cree que sea hongkongita. Es más grande de lo estándar, con una cara grande y una piel que se pone morena con mucha facilidad, rasgos todos ello fuera de lo común, así que no es de extrañar que crean que sea filipina, indonesia o de cualquier otro país asiático.

Ya sé que para los ojos occidentales ella es china y ya está, pero para alguien que lleva ya un tiempo aquí es curiosa. Así que tocó saber toda la historia que hay detrás. Sus padres los dos nacidos en HK. Así que saltamos a la generación anterior y he aquí la sorpresa. Su abuelo por parte de madre es mongol, de rasgos chinos pero de aquel país. Musulman de religión que se caso por casualidades de la vida y matrimonios concertados con una iraní! Empezaba ya a perderme en la historia y la geografía un tanto especial que tiene Stacey, donde las distancias son siempre más cortas que la realidad. Pero ya teníamos resuelta la parte de su tez morena y la religión de sus padres, ahora solo faltaba conseguir situar a sus abuelas en HK. El resumen, otra casualidad, estaban en la isla en pleno momento en el que se monta la marimorena en Asia en la Segunda Guerra Mundial, con toma de la isla, destrucción de documentos y atrocidades varias. Tras la contienda se tomo una decisión salomónica "allá donde estés de allá serás", si estabas en HK y eras chino a partir de ese momento pasabas a ser ciudadano hongkongit.
Todo un tanto confuso, pero entendidas las lineas principales. Y durante el fide descubrí que no solo ella, si no que al menos otra de sus amigas, también de estas que creía 100% china, tiene ascendencia cubana y una hermana que por casualidad de la genetica parece más negra que asiática.

Así que de repente descubrí que mis chinas esas que creía tan hongkongitas tienen en sus genes mucha más variedad que mi RH- diluido en un cuarto de palenciano que tengo en sangre. Este lugar es una sorpresa continua ^__^

El valle antes de la subida

La vida son subidas y bajadas y andar, andar y andar. Cuando estoy bajo tiendo a aislarme, yo, mi guitarra y cantar al vacío, deporte, correr a mi bola... La otra opción es llenar el tiempo, ocuparlo y aprovechar la inercia de los que están arriba o subiendo para tirar tú también hacia allá.
Que mejor manera que empezar con una cena entre amigos. Hace mucho tiempo que Connie quería quedar para cenar, desde aquella cena que hicimos por mi cumpleaños. Es bonito ver que me considera un muy buen amigo, tanto como para que a veces su sinceridad y confesiones me asombren. Aquel chico raro, con pelo largo y que hasta se dejó barba (pintas de criminaaaaal), ha pasado a ser su "profesor" que le ayuda con sus infinitas preguntas sobre español y el no querer aceptar sus regalos como recompensa o que no me comporte como el extranjero en Hong Kong que siempre ha conocido le ha llevado a tener más y más confianza. Como siempre me dice: "los chinos siempre llevamos una careta y solo cuando realmente estamos a gusto con alguien nos mostramos como somos".

Lo dicho. Cena. Yann, nuevo becario (españolfrancés) en la oficina, Connie y su compañera de atención al cliente, Angela. Lugar, casa de Yann. Menú indefinido, con lo que todo empezó pasando por el supermercado.

Al final una mezcla realmente explosiva. Una ensalada de frutas versión hongkonita: fruta y más fruta bien escurrida con una salsa como la mayonesa! Tortilla de patatas. Xilombao, una especie de panecillos rellenos que se pasan por la sartén. Jamón serrano. Y dumplings y bolas de pescado. Gastronomía fusión llevada al extremo, sobre todo el momento en el que Angela con toda la naturalidad del mundo se cogió un cacho de jamón, lo puso encima del xilombao y para dentro :-)

Luego algo de charleta y conocer el "Mahjong", el juego de mesa chino más extendido. Jugueteando con las piezas, aprendiendo las reglas básicas y descubriendo que hay gente que llega a jugar durante horas seguidas, tantas como 12 o más. Yo que no soy capaz de jugar al mús más de media hora seguida!

Cenas y comidas de charleta aparte, el buen tiempo ha acompañado, con lo que hemos vuelto a ir de hiking y a disfrutar de la playa. El domingo paseo hasta Tai Long Gwan de nuevo. Apenas olas, pero aún así aprovechando el neopreno, todavía el agua no está caliente, una horita de nados hasta la playa que queda al norte e intentando pillar lo poco que había a pelo mientras estaba de cháchara con asturiano con el que siempre coincido en la rompiente. A la vuelta parada en Saikun y pequeño homenaje. Mariscada en uno de los restaurantes del lugar. Todo empieza seleccionando lo que se quiere comer

Algo de langosta, langostinos, navajas y no se cuantas cosas más. Se lo llevan a la cocina y lo preparan en 20 minutos. Estilo chino. Por ejemplo, la langosta la cuecen y luego la pasan un poquito por la sartén. Bueno y por 200HKD. Una estupenda forma de terminar el día.