Nadando quince kilómetros
Como comenté todo empezó con un correo de Lloyd, el organizador del grupo de natación en el mar, preguntando si alguien quería intentar los 15 kilómetros en solitario de la Clean Half, carrera anual normalmente hecha a relevos. Por aquel entonces, diciembre, todavía estaba recuperándome de la lesión en la espalda, pero le contesté que en cuanto estuviera bien del todo quería intentarlo. Para ello compré la "mochila de agua" y empezar a hacer unos cuantos kilómetros. Pero poquita cosa, nadando una vez a la semana básicamente. Seguí preguntando pero finalmente ellos se rajaban, así que por mi cuenta.
Tres meses entrenando específicamente para ello. La idea que tenía en la cabeza era llegar con alrededor de 150 kilómetros a mis espaldas, nunca mejor dicho, y con unas cuantas series muy largas, cubriendo en una, al menos, un 75% del recorrido. Empezar a ir una hora a la piscina un par de veces entre semana. Sábados y domingos en mar abierto, más distancia/tiempo. Subiendo poco a poco: 6, 7, 8 km. Hasta la primera prueba en serio que me puse a mí mismo. De la playa de Repulse Bay a la de Deep Water Bay y vuelta 3.250m, tres veces. Parando un par de minutos entre vuelta y vuelta para meterme un Gatorade. ¡Sin problemas! Y además manteniendo un ritmo bastante constante, una hora para cada vuelta. En el buen camino.
Seguir aumentando distancias. Empezar a descubrir nuevas rutas nadando alrededor de la costa Hong Kongesa. Sitios chulos encontrados. Un lugar con una catarata de muchos metros que cae directa al mar. Verdes campas y convoy de barcazas de vuelta a puerto. Hoi Ha, una reserva marina, donde nadar con corales y vida marina debajo.
Siguiente prueba con Enrique. Se ofreció voluntario para ir en un kayak junto a mí, obligatorio por temas de seguridad y también para avituallamiento. Así que a mes y medio, dos meses para la carrera, plantarnos en Stanley, alquilar kayak y hacer la mitad del recorrido y volver a Stanley. Alrededor de 11, 12 kilómetros. Mis sensaciones un poco encontradas. Es curioso cómo funciona el cuerpo, al de 40 minutos se empieza a cargar el gemelo, diez minutos y desaparece la molestia, al de media hora un poco el hombro, etc pero con cabeza, modificar un poco la brazada y seguir, seguir, tres, cuatro horas, sin problema. En ese momento sabía ya que podría acabar los 15 kilómetros. Así que decidí bajar un poco la carga de trabajo específico por un par de semanas y volver con fuerza tras mi cumpleaños. El cuerpo asimilando el entreno como había leído que lo iba a hacer, una capita fina de grasa extra sobre mi "tableta" (en el agua el peso no es tan importante y es reserva de energía para la super larga distancia) y perder algo de músculo en los hombros (no necesito potencia).
Dos semanas antes. Carrera de algo menos de cinco kilómetros. Stanley - Repulse Bay, organizado por el equipo. Primera en la frente. Semana de mucho trabajo, estrés y apenas poder dormir. Irme a la cama pronto, pero imposible pegar ojo. A cada hora que pasaba más que notaba cargada la espalda hasta que me dije que lo dejaba. Bastó quitar la alarma para que sin "la presión" me quedara frito (maldito subconsciente). Despertarme a las seis y media sin más. No me molestaba la espalda. Desayunar. Preparar unas croquetas (para una cena/fiesta a la que iría esa noche) e ir para Stanley. Me notaba dormido, pero ¡qué narices! Puedo hacerlo despacio...
Llegar de los primeros al registro, gente mayor haciendo ejercicios matutinos en el muelle y poco más. Saludar a la tropa y charlar con algunos. Pasar por el baño de último segundo y al agua patos. Ponerme atrás. Empezar despacio e ir cogiendo velocidad. Al de cinco minutos un primer grupo se escapaba, imposible conectar con ellos. Y los que había alrededor mío no tenían mucha pinta de poder aguantarme el ritmo. Así que prácticamente los cinco kilómetros en solitario. Cuando quedaban kilómetro y pico darle zapatilla, sin problema. Llegar, 1h34m, no está mal para no haber dormido...
Siguiente fin de semana carrera de verdad. 3,8k de la asociación amateur de natación. Aquella del año pasado, pero esta vez me habían añadido 300m más, imposible de nuevo acabar por debajo de una hora, límite oficial. Está vez al menos hice bien las cosas y pude dormir bastante. Ir a Repulse Bay el domingo a las nueve, registrarme, echarme unas risas con los de la organización... Me pusieron mi número en los dos brazos, las dos manos y las dos paletillas, en la espalda, aparte del gorro que tenía dos números también. En total ocho. Este... ¿un poco exagerado tal vez? Pasar a que me revisaran las uñas de las manos. Esto me hizo mucha gracia, era la primera vez, pero visto los arañazos con los que he salido alguna vez de la piscina, sin queja. Las mías bien cortadas la noche anterior.
Me dio tiempo a tumbarme un rato y esperar hasta el comienzo de la carrera, retrasada hasta las 11. Ver ya a muchos conocidos. Charlar un rato mientras seguía tomando un gatorade. Y allí que comienza. Para variar, poniéndome las gafas en el último segundo, al de 200m ya me entraba agua… Parar y ponérmelas bien, a ver… sí, ya sin agua. Intentar seguir a uno de los del equipo, pero se escapa, a otro que no conozco pero pinta de triatleta, pero va en mala dirección, llegar a la segunda boya y solo, 3ª, 4ª, ahora para donde es… no veo la primera boya (tenemos que dar dos vueltas al mismo recorrido). Uno de la organización en piragua que me indica y justo un par de chavales que me han rondado alrededor que veo en la buena dirección. Pillo velocidad y los alcanzo, a su rueda voy muy bien, dejarse llevar un rato. Antes de llegar a la primera boya ¡llegan las primera chicas! “La madre de…” son pececitos, han salido diez minutos después, supongo, pero ya están aquí. Venga, lo intento, seguirlas, tienen pinta de ser super jóvenes, para variar, voy a toda velocidad, pero no hay manera, me vuelvo a los dos chavales. Mucho más cómodo. Nos pasan algunas chicas más, pero muy pocas comparando con el año pasado. Así que eso significa mejora. 2ª, 3ª boya. Ahí todos tenemos la misma idea, queda poco, intentar acelerar el ritmo, dejo detrás a los chavales (luego descubrí que gemelos de unos 14 años) e intento enganchar a un grupo más rápido. Pero ya cada uno va a su bola. Aquí ya es a fuerza pura, 400, 300, 200, 100, jode… se hace largo, pero finalmente, ¡meta! Ni idea que tiempo, a descubrirlo más tarde por internet. (Actualización Abr'12: el tiempo fue de 1:00:12! casi bajé de la hora). Lo más importante, buenas sensaciones para la semana siguiente, que era lo único que buscaba.
Última semana. Más y más trabajo. En la foto con unos cuantos de la oficina en una de las interminables reuniones, comiendo unos sandwhiches mientras hacemos números y más números. El miércoles era festivo pero lo hablé con mi jefe y lo cambié por el viernes que de todas formas me iba a coger medio libre. Necesitaba desconectar, pasara lo que pasara o ya me veía estresado como la otra vez y sin dormir nada. Tomármelo con calma. Organizar todo. Comida al lado de casa con una compi de oficina recién llegada a Hong Kong. Juntarme con Enrique para revisar la "estrategia": al de media hora medio Gatorade, la otra mitad al acabar la primera hora de nado y a partir de ahí cada 20 minutos Lucozade, algo parecido pero más dulzón, más calorías y menos "salado". Aparte de eso geles energéticos, agua, plátanos, porque no tenía muy claro como mi cuerpo iba a responder al esfuerzo y lo que me iba a apetecer. La teoría es relativamente simple: mantener niveles de azúcar en sangre, para ello el objetivo es ingerir unas 200 calorías por hora. Mantener sales e hidratación en este caso sencillo :P del agua de mar que acabas "bebiendo" (tragando) sí o sí. Y también decidir que quería él para comer, unos sándwiches, plátanos y agua.
Preparar la cena súper pronto. Cenar y a dormir. No me costó hacerlo pero al de cinco horas, poco más, despierto... 3/4 am (del 8 de octubre)... Bueno, por lo menos he dormido el mínimo requerido y la noche anterior había sido buena. Por si acaso tenía metido el neopreno en la bolsa. A malas si tenía problemas en los gemelos, lo que más se me suele resentir por falta de sueño, con él puedo nadar sin dar piernas, como comenté. Y oficialmente totalmente permitido, en esta carrera valía de todo, como bien vimos al llegar al sitio. Un poco risas, yo con mi Speedo chiquitín y poco más dándole las últimas "instrucciones" a Enrique en el kayak, mientras el resto eran equipos de cinco que lo iban a hacer a relevos, todo preparados, lanchas rápidas, trajes especiales de natación (skinsuits ahora prohibidos por la FINA) o directamente neoprenos.
Oigo que van a empezar, con toda la calma me acerco a la línea de salida, salen ya, pero yo con tranquilidad me voy poniendo el gorro, las gafas, "cero prisa, que más me da un minuto arriba o abajo cuando esto va a llevar horas". El cámara se recrea sacándome fotos (menudo desastre como me puse el gorro) ¡A nadar!
No me queda muy claro el recorrido. Tenemos que cruzar la bahía, pero no sé el sitio exacto de giro (lo han explicado mientras estaba en el baño). Olas. Puff... Movido el mar de narices con tanto viento. Pero las gafas van bien y poco a poco voy cogiendo a algunos de los que han salido antes que yo. Al de unos minutos veo a Enrique que se pone cerca de mí. Pasar a unos cuantos, ponerme a rueda de una chica, eepaaaa, que le toco lo pies, pasarla. Llegamos a una boya, pero está demasiado cerca, intento preguntarle a Enrique "hay otra boya más lejos, ¿no?", me dice que no sabe seguro, pero veo más embarcaciones delante, así que tiene que ser que sí. Primer Gatorade y ya veo donde creo que hay que girar. Supongo. Cuando yo llego no está toda la tropa allí montada. Llegaron una hora más tarde supongo: dos salidas, nosotros a las 10 (los que esperábamos tardar más) y el resto a las 11.
Girar y ya no debería haber más boyas. Simple y sencillamente seguir las referencias de la costa. Fácil. Línea recta. Se me da bien ir recto, aunque es más difícil de lo que suena. Saco la cabeza para adelante cada diez veinte brazadas para confirmar la trayectoria, aunque normalmente sé que voy recto recto. Enrique me empieza a volver un poco loco, cambiando de dirección una y otra vez, a veces detrás, a veces delante, no veo la trayectoria. En una de estas casi me choco contra él. Sigo. No entiendo porque no se pone detrás como quedamos... De repente me choco contra su cola "@#~€!! Enrique, no te me pongas entre mis doce y las tres, jo@€#" le chillo mientras le señalo con mis brazos como si fueran manecillas del reloj. Bebo el Gatorade mientras me dice que le está entrando mucho agua y yo pensando "jo@€#, como que no lo estoy sufriendo yo ni nada, las olas, que no puedo respirar para un lado, todo el agua que estoy tragando...". El mar pega con fuerza y voy corrigiendo la trayectoria, complicado ir en completa línea recta, pero al menos voy mejor que la gente que veo en la lejanía.
Sigo para adelante y llegamos cerca de la zona de giro, tras salir de la bahía. Darle un trago a uno de los Lucozade que me pasa Enrique mientras dice no sé qué, apenas oigo nada, pensando "venga, llevo ya 1h20min". Girar bastante cerca del acantilado que en esa zona cae casi en perpendicular desde las alturas. Poco a poco el mar me empieza a pegar por detrás, no de lado, y la cosa se hace más fácil. Otro trago, 1h40m. Enrique tiene mala cara, pero no sé por qué. Le lanzo la botella de vuelta y sigo. Ya puedo respirar bilateral, voy metiéndole caña. Ya nadando a todo trapo. Diez minutos. No veo a Enrique. Sigo nadando a toda potencia. Enrique que sigue sin aparecer. Voy mirando hacia atrás por los dos lados intentando mantener el ritmo y no lo veo. Estoy ya casi llegando al final de esa zona, eso tienen que ser más de dos kilómetros, tengo que estar por los seis, siete en total, lo que hace que lleve seguro más de dos horas, Enrique me debería haber parado ya para darme un Lucozade, ¿dónde narices está? Me empiezo a preocupar, pero pienso que él es el que va en kayak... Veo lanchas rápidas alrededor... Sigo nadando, hasta que saco la cabeza del agua y veo una de ellas delante de mí y "no me lo puedo creer...". El kayak cruzado sobre ella y Enrique con cara de "lo siento". No llego a entender del todo, pero le han tenido que rescatar, yo pensando "no puede acabar esto así después de todo...", pero me dicen que ellos están con uno de los equipos a relevos, que si voy a su ritmo que me hacen de barco de apoyo, que espere hasta que llegue su nadador, que van a darle el kayak a la organización y que vuelven a seguirnos.
Pues nada. A esperar. Tumbado en el agua, cara al sol. “Relax”. Calculo que unos cinco, diez minutos allí. Ian, otro chico que hacía la carrera en solitario y su acompañante en kayak, que habíamos conocido en la salida, se acercan preguntándome si todo bien. Les digo que Enrique se ha hundido, pero que creo que voy a poder seguir. Justo entonces la lancha rápida se acerca de nuevo, ya sin kayak, y me dicen que su nadador está ya allí cerquita, me dan algo para beber y que espere al siguiente relevo. Salta una chica/señora desde el barco. Me suena. Ha entrenado con nosotros alguna vez. Llama la atención porque está muy fuerte, con los músculos de los hombros súper marcados. Me pongo junto a ella y le digo que si quiere que me siga a rueda "no, no, yo solo tengo que nadar diez minutos a todo trapo, si quieres me puedes seguir", pero yo pensando que les había sacado ya diez minutos, aunque fueran a relevos... Pero bueno. Me pongo detrás de ella. Llega el otro nadador, se dan la mano y la chica sale a toda leche... ¡en dirección incorrecta! ¡Dios! Una brazada, dos brazadas, tres brazadas y empieza a girar, cuatro brazadas y sigue girando, cinco y ya está apuntando hacia el sur en lugar del oeste... Le intento tocar los pies, pero va a mucha caña, le chillo "a la derechaaaaa!" pero no me oye, "ala, paso de seguirla". Los del barco, ya recogido el anterior, se dan cuenta de lo que pasa y se ponen en el camino de la chica y ya ella se da cuenta tras minuto largo de que no va en dirección correcta. Yo pensando "esto va a ser un infierno..."
Sigo nadando a cierta distancia. La verdad es que la chica va rápido en comparación y el siguiente que salta al de diez minutos también. Pero sigo viendo el barco en todo momento y Enrique concentrado en mí. No entiendo por qué iban detrás de mí... Hasta que ya me doy cuenta de cómo va la cosa. Tienen dos nadadores rápidos. Una intermedia. Y otros dos que son más lentos. Uff... lo peor. Porque me mata el ritmo. Tardo hora y media en cogerle el tranquillo a la cosa. Todo consiste en darle mucha caña cuando salen los rápidos, 20 minutos en total. Ayudar a Olivia, la intermedia, que conocía del grupo y algunas carreras, a que vaya un poco recta marcándole el camino y aprovechar para relajarme y comer y beber bien mientras estaban los lentos nadando. Entonces acercarme más al barco y a veces coger algo desde allí o Enrique saltando al agua acercarme algo. La puñeta que había perdido la mayoría de las cosas que teníamos en el kayak, yo pidiéndole los Lucozade o los geles energéticos y él con un "lo siento no queda nada de eso". En su lugar las bebidas que tienen o naranjas o varios.
Seguir nadando. Empiezo a notar los hombros cansados, pero no duele nada. Nadar, nadar. Llevo 3, 4 horas. Ver desde lejos todos esos sitios donde había nadado tanto en los meses anteriores, Repulse Bay, South Bay beach, toda la costa. Enrique que me pasa una barrita energética. Jurl! Puaj... no hay forma de comer eso, me hundo y se me junta la bola de engrudo con agua de mar. El segundo "lento" que se acerca y tengo que darle zapatilla para sacar algo de ventaja antes de que salten los rápidos. Pasamos la primera isla. Ya Middle island a la vista. ¡Eso significa que quedan menos de 4kms! "Dos turnos más de nadadores de ellos" pienso. Paso de seguirlos. Se van demasiado para el sur de nuevo. Decido seguir por mi cuenta. El rápido al agua y mejora su dirección. Empiezo a notar el latissimus dorsi, vamos, el músculo más grande de la espalda. Esto es territorio nuevo para mí, nunca había notado nada en él, pero los kilómetros pesan.
Veo ya como algunos de los equipos que han empezado una hora más tarde me alcanzan y pasan poco a poco. Llego a Middle Island. "¡Quedan ya menos de dos kilómetros! ¡Lo voy a hacer seguro!". Ellos se siguen alejando, se van demasiado para el oeste, le digo a Enrique que me dé lo último que tenga para beber, "naranja" le digo, pero cree que quiero naranjas de verdad, "no, no, beber, Gatorade o algo" al final consigue darme algo y les digo que desde allí ya puedo yo solo. Tiro recto, pensando que la carrera acaba en mitad de la playa, pero no, es en la izquierda. Sin problemas, veo la arena allí a lo lejos. Más equipos que se acercan alrededor mío.
Poco a poco somos más gente, ya veo claramente donde se acaba la cosa y apunto hacia allí. Olivia y compañía están por allí delante. Últimos quinientos metros. Ver si puedo ir un poco más rápido, pero ¿para qué?, el latisimus molesta, pero sin problema alguno. Disfruto de los últimos minutos en el agua. Nadar, nadar, hasta que veo la arena allí abajo, tocarla con los dedos, ponerme de pie y salir del agua hacia la gente que lleva el control de tiempo. "Muy bien, ¿de qué equipo eres?" "Iurgi de los que lo han hecho solo" y la gente alrededor cansados me miran con cara de sorpresa y me felicitan "¿solo? ¿lo has hecho en solitario?, ole tú".
Enrique está allí a pie de orilla con una mezcla de sonrisa y "lo siento" en sus ojillos. Me cuenta lo que le ha pasado. Por lo visto el kayak que nos dieron tenía un agujero y con las olas se le empezó a meter agua dentro del armazón. Al de pocos kilómetros ya estaba intentando achicar el agua con la botella de Gatorade que me había bebido, pero sin éxito. Al tener mucho más peso, controlarlo se le hacía más y más complicado y a cada ola grande que venía de lado se le volcaba el kayak. A la segunda o tercera ya no fue capaz de sacarla. Si ya en el agua me había sentido mal por chillarle, ya con la historia al completo todavía más, así que intentando animarle. Al final no fue lo que yo quería, para nada lo entrenado ni pensado, pero fue una aventura para recordar en toda regla.
Ducha rápida, estirar un poco e irnos para la zona de barbacoa a comer algo. Charlar con los de la lancha rápida. Darles las gracias y ellos felicitarme. Ver y hablar con mucha gente. Estaba cansado pero sin mucho problema. Cuando vi los tiempos, mucho mejor de lo esperado. 5 horas y 7 minutos. Tenía en mente lo de las cinco horas, así que calculando, la parada que hice y sobre todo haber podido ir en línea recta, a mi ritmo y con todas las bebidas y demases... mmm... 4h50minutos o por debajo. Muy contento. Se acabó la temporada de carreras, tocaba otra semanita de trabajo a saco y ¡vacaciones! Fin de semana de boda en Madrid y semana larga en Bilbao, sin internet (razón/excusa por la que no he escrito hasta ahora, el regreso ha sido heavy también). A ver que se me ocurre el año que viene.
Tres meses entrenando específicamente para ello. La idea que tenía en la cabeza era llegar con alrededor de 150 kilómetros a mis espaldas, nunca mejor dicho, y con unas cuantas series muy largas, cubriendo en una, al menos, un 75% del recorrido. Empezar a ir una hora a la piscina un par de veces entre semana. Sábados y domingos en mar abierto, más distancia/tiempo. Subiendo poco a poco: 6, 7, 8 km. Hasta la primera prueba en serio que me puse a mí mismo. De la playa de Repulse Bay a la de Deep Water Bay y vuelta 3.250m, tres veces. Parando un par de minutos entre vuelta y vuelta para meterme un Gatorade. ¡Sin problemas! Y además manteniendo un ritmo bastante constante, una hora para cada vuelta. En el buen camino.
Seguir aumentando distancias. Empezar a descubrir nuevas rutas nadando alrededor de la costa Hong Kongesa. Sitios chulos encontrados. Un lugar con una catarata de muchos metros que cae directa al mar. Verdes campas y convoy de barcazas de vuelta a puerto. Hoi Ha, una reserva marina, donde nadar con corales y vida marina debajo.
Siguiente prueba con Enrique. Se ofreció voluntario para ir en un kayak junto a mí, obligatorio por temas de seguridad y también para avituallamiento. Así que a mes y medio, dos meses para la carrera, plantarnos en Stanley, alquilar kayak y hacer la mitad del recorrido y volver a Stanley. Alrededor de 11, 12 kilómetros. Mis sensaciones un poco encontradas. Es curioso cómo funciona el cuerpo, al de 40 minutos se empieza a cargar el gemelo, diez minutos y desaparece la molestia, al de media hora un poco el hombro, etc pero con cabeza, modificar un poco la brazada y seguir, seguir, tres, cuatro horas, sin problema. En ese momento sabía ya que podría acabar los 15 kilómetros. Así que decidí bajar un poco la carga de trabajo específico por un par de semanas y volver con fuerza tras mi cumpleaños. El cuerpo asimilando el entreno como había leído que lo iba a hacer, una capita fina de grasa extra sobre mi "tableta" (en el agua el peso no es tan importante y es reserva de energía para la super larga distancia) y perder algo de músculo en los hombros (no necesito potencia).
Dos semanas antes. Carrera de algo menos de cinco kilómetros. Stanley - Repulse Bay, organizado por el equipo. Primera en la frente. Semana de mucho trabajo, estrés y apenas poder dormir. Irme a la cama pronto, pero imposible pegar ojo. A cada hora que pasaba más que notaba cargada la espalda hasta que me dije que lo dejaba. Bastó quitar la alarma para que sin "la presión" me quedara frito (maldito subconsciente). Despertarme a las seis y media sin más. No me molestaba la espalda. Desayunar. Preparar unas croquetas (para una cena/fiesta a la que iría esa noche) e ir para Stanley. Me notaba dormido, pero ¡qué narices! Puedo hacerlo despacio...
Llegar de los primeros al registro, gente mayor haciendo ejercicios matutinos en el muelle y poco más. Saludar a la tropa y charlar con algunos. Pasar por el baño de último segundo y al agua patos. Ponerme atrás. Empezar despacio e ir cogiendo velocidad. Al de cinco minutos un primer grupo se escapaba, imposible conectar con ellos. Y los que había alrededor mío no tenían mucha pinta de poder aguantarme el ritmo. Así que prácticamente los cinco kilómetros en solitario. Cuando quedaban kilómetro y pico darle zapatilla, sin problema. Llegar, 1h34m, no está mal para no haber dormido...
Siguiente fin de semana carrera de verdad. 3,8k de la asociación amateur de natación. Aquella del año pasado, pero esta vez me habían añadido 300m más, imposible de nuevo acabar por debajo de una hora, límite oficial. Está vez al menos hice bien las cosas y pude dormir bastante. Ir a Repulse Bay el domingo a las nueve, registrarme, echarme unas risas con los de la organización... Me pusieron mi número en los dos brazos, las dos manos y las dos paletillas, en la espalda, aparte del gorro que tenía dos números también. En total ocho. Este... ¿un poco exagerado tal vez? Pasar a que me revisaran las uñas de las manos. Esto me hizo mucha gracia, era la primera vez, pero visto los arañazos con los que he salido alguna vez de la piscina, sin queja. Las mías bien cortadas la noche anterior.
Me dio tiempo a tumbarme un rato y esperar hasta el comienzo de la carrera, retrasada hasta las 11. Ver ya a muchos conocidos. Charlar un rato mientras seguía tomando un gatorade. Y allí que comienza. Para variar, poniéndome las gafas en el último segundo, al de 200m ya me entraba agua… Parar y ponérmelas bien, a ver… sí, ya sin agua. Intentar seguir a uno de los del equipo, pero se escapa, a otro que no conozco pero pinta de triatleta, pero va en mala dirección, llegar a la segunda boya y solo, 3ª, 4ª, ahora para donde es… no veo la primera boya (tenemos que dar dos vueltas al mismo recorrido). Uno de la organización en piragua que me indica y justo un par de chavales que me han rondado alrededor que veo en la buena dirección. Pillo velocidad y los alcanzo, a su rueda voy muy bien, dejarse llevar un rato. Antes de llegar a la primera boya ¡llegan las primera chicas! “La madre de…” son pececitos, han salido diez minutos después, supongo, pero ya están aquí. Venga, lo intento, seguirlas, tienen pinta de ser super jóvenes, para variar, voy a toda velocidad, pero no hay manera, me vuelvo a los dos chavales. Mucho más cómodo. Nos pasan algunas chicas más, pero muy pocas comparando con el año pasado. Así que eso significa mejora. 2ª, 3ª boya. Ahí todos tenemos la misma idea, queda poco, intentar acelerar el ritmo, dejo detrás a los chavales (luego descubrí que gemelos de unos 14 años) e intento enganchar a un grupo más rápido. Pero ya cada uno va a su bola. Aquí ya es a fuerza pura, 400, 300, 200, 100, jode… se hace largo, pero finalmente, ¡meta! Ni idea que tiempo, a descubrirlo más tarde por internet. (Actualización Abr'12: el tiempo fue de 1:00:12! casi bajé de la hora). Lo más importante, buenas sensaciones para la semana siguiente, que era lo único que buscaba.
Última semana. Más y más trabajo. En la foto con unos cuantos de la oficina en una de las interminables reuniones, comiendo unos sandwhiches mientras hacemos números y más números. El miércoles era festivo pero lo hablé con mi jefe y lo cambié por el viernes que de todas formas me iba a coger medio libre. Necesitaba desconectar, pasara lo que pasara o ya me veía estresado como la otra vez y sin dormir nada. Tomármelo con calma. Organizar todo. Comida al lado de casa con una compi de oficina recién llegada a Hong Kong. Juntarme con Enrique para revisar la "estrategia": al de media hora medio Gatorade, la otra mitad al acabar la primera hora de nado y a partir de ahí cada 20 minutos Lucozade, algo parecido pero más dulzón, más calorías y menos "salado". Aparte de eso geles energéticos, agua, plátanos, porque no tenía muy claro como mi cuerpo iba a responder al esfuerzo y lo que me iba a apetecer. La teoría es relativamente simple: mantener niveles de azúcar en sangre, para ello el objetivo es ingerir unas 200 calorías por hora. Mantener sales e hidratación en este caso sencillo :P del agua de mar que acabas "bebiendo" (tragando) sí o sí. Y también decidir que quería él para comer, unos sándwiches, plátanos y agua.
Preparar la cena súper pronto. Cenar y a dormir. No me costó hacerlo pero al de cinco horas, poco más, despierto... 3/4 am (del 8 de octubre)... Bueno, por lo menos he dormido el mínimo requerido y la noche anterior había sido buena. Por si acaso tenía metido el neopreno en la bolsa. A malas si tenía problemas en los gemelos, lo que más se me suele resentir por falta de sueño, con él puedo nadar sin dar piernas, como comenté. Y oficialmente totalmente permitido, en esta carrera valía de todo, como bien vimos al llegar al sitio. Un poco risas, yo con mi Speedo chiquitín y poco más dándole las últimas "instrucciones" a Enrique en el kayak, mientras el resto eran equipos de cinco que lo iban a hacer a relevos, todo preparados, lanchas rápidas, trajes especiales de natación (skinsuits ahora prohibidos por la FINA) o directamente neoprenos.
Oigo que van a empezar, con toda la calma me acerco a la línea de salida, salen ya, pero yo con tranquilidad me voy poniendo el gorro, las gafas, "cero prisa, que más me da un minuto arriba o abajo cuando esto va a llevar horas". El cámara se recrea sacándome fotos (menudo desastre como me puse el gorro) ¡A nadar!
No me queda muy claro el recorrido. Tenemos que cruzar la bahía, pero no sé el sitio exacto de giro (lo han explicado mientras estaba en el baño). Olas. Puff... Movido el mar de narices con tanto viento. Pero las gafas van bien y poco a poco voy cogiendo a algunos de los que han salido antes que yo. Al de unos minutos veo a Enrique que se pone cerca de mí. Pasar a unos cuantos, ponerme a rueda de una chica, eepaaaa, que le toco lo pies, pasarla. Llegamos a una boya, pero está demasiado cerca, intento preguntarle a Enrique "hay otra boya más lejos, ¿no?", me dice que no sabe seguro, pero veo más embarcaciones delante, así que tiene que ser que sí. Primer Gatorade y ya veo donde creo que hay que girar. Supongo. Cuando yo llego no está toda la tropa allí montada. Llegaron una hora más tarde supongo: dos salidas, nosotros a las 10 (los que esperábamos tardar más) y el resto a las 11.
Girar y ya no debería haber más boyas. Simple y sencillamente seguir las referencias de la costa. Fácil. Línea recta. Se me da bien ir recto, aunque es más difícil de lo que suena. Saco la cabeza para adelante cada diez veinte brazadas para confirmar la trayectoria, aunque normalmente sé que voy recto recto. Enrique me empieza a volver un poco loco, cambiando de dirección una y otra vez, a veces detrás, a veces delante, no veo la trayectoria. En una de estas casi me choco contra él. Sigo. No entiendo porque no se pone detrás como quedamos... De repente me choco contra su cola "@#~€!! Enrique, no te me pongas entre mis doce y las tres, jo@€#" le chillo mientras le señalo con mis brazos como si fueran manecillas del reloj. Bebo el Gatorade mientras me dice que le está entrando mucho agua y yo pensando "jo@€#, como que no lo estoy sufriendo yo ni nada, las olas, que no puedo respirar para un lado, todo el agua que estoy tragando...". El mar pega con fuerza y voy corrigiendo la trayectoria, complicado ir en completa línea recta, pero al menos voy mejor que la gente que veo en la lejanía.
Sigo para adelante y llegamos cerca de la zona de giro, tras salir de la bahía. Darle un trago a uno de los Lucozade que me pasa Enrique mientras dice no sé qué, apenas oigo nada, pensando "venga, llevo ya 1h20min". Girar bastante cerca del acantilado que en esa zona cae casi en perpendicular desde las alturas. Poco a poco el mar me empieza a pegar por detrás, no de lado, y la cosa se hace más fácil. Otro trago, 1h40m. Enrique tiene mala cara, pero no sé por qué. Le lanzo la botella de vuelta y sigo. Ya puedo respirar bilateral, voy metiéndole caña. Ya nadando a todo trapo. Diez minutos. No veo a Enrique. Sigo nadando a toda potencia. Enrique que sigue sin aparecer. Voy mirando hacia atrás por los dos lados intentando mantener el ritmo y no lo veo. Estoy ya casi llegando al final de esa zona, eso tienen que ser más de dos kilómetros, tengo que estar por los seis, siete en total, lo que hace que lleve seguro más de dos horas, Enrique me debería haber parado ya para darme un Lucozade, ¿dónde narices está? Me empiezo a preocupar, pero pienso que él es el que va en kayak... Veo lanchas rápidas alrededor... Sigo nadando, hasta que saco la cabeza del agua y veo una de ellas delante de mí y "no me lo puedo creer...". El kayak cruzado sobre ella y Enrique con cara de "lo siento". No llego a entender del todo, pero le han tenido que rescatar, yo pensando "no puede acabar esto así después de todo...", pero me dicen que ellos están con uno de los equipos a relevos, que si voy a su ritmo que me hacen de barco de apoyo, que espere hasta que llegue su nadador, que van a darle el kayak a la organización y que vuelven a seguirnos.
Pues nada. A esperar. Tumbado en el agua, cara al sol. “Relax”. Calculo que unos cinco, diez minutos allí. Ian, otro chico que hacía la carrera en solitario y su acompañante en kayak, que habíamos conocido en la salida, se acercan preguntándome si todo bien. Les digo que Enrique se ha hundido, pero que creo que voy a poder seguir. Justo entonces la lancha rápida se acerca de nuevo, ya sin kayak, y me dicen que su nadador está ya allí cerquita, me dan algo para beber y que espere al siguiente relevo. Salta una chica/señora desde el barco. Me suena. Ha entrenado con nosotros alguna vez. Llama la atención porque está muy fuerte, con los músculos de los hombros súper marcados. Me pongo junto a ella y le digo que si quiere que me siga a rueda "no, no, yo solo tengo que nadar diez minutos a todo trapo, si quieres me puedes seguir", pero yo pensando que les había sacado ya diez minutos, aunque fueran a relevos... Pero bueno. Me pongo detrás de ella. Llega el otro nadador, se dan la mano y la chica sale a toda leche... ¡en dirección incorrecta! ¡Dios! Una brazada, dos brazadas, tres brazadas y empieza a girar, cuatro brazadas y sigue girando, cinco y ya está apuntando hacia el sur en lugar del oeste... Le intento tocar los pies, pero va a mucha caña, le chillo "a la derechaaaaa!" pero no me oye, "ala, paso de seguirla". Los del barco, ya recogido el anterior, se dan cuenta de lo que pasa y se ponen en el camino de la chica y ya ella se da cuenta tras minuto largo de que no va en dirección correcta. Yo pensando "esto va a ser un infierno..."
Sigo nadando a cierta distancia. La verdad es que la chica va rápido en comparación y el siguiente que salta al de diez minutos también. Pero sigo viendo el barco en todo momento y Enrique concentrado en mí. No entiendo por qué iban detrás de mí... Hasta que ya me doy cuenta de cómo va la cosa. Tienen dos nadadores rápidos. Una intermedia. Y otros dos que son más lentos. Uff... lo peor. Porque me mata el ritmo. Tardo hora y media en cogerle el tranquillo a la cosa. Todo consiste en darle mucha caña cuando salen los rápidos, 20 minutos en total. Ayudar a Olivia, la intermedia, que conocía del grupo y algunas carreras, a que vaya un poco recta marcándole el camino y aprovechar para relajarme y comer y beber bien mientras estaban los lentos nadando. Entonces acercarme más al barco y a veces coger algo desde allí o Enrique saltando al agua acercarme algo. La puñeta que había perdido la mayoría de las cosas que teníamos en el kayak, yo pidiéndole los Lucozade o los geles energéticos y él con un "lo siento no queda nada de eso". En su lugar las bebidas que tienen o naranjas o varios.
Seguir nadando. Empiezo a notar los hombros cansados, pero no duele nada. Nadar, nadar. Llevo 3, 4 horas. Ver desde lejos todos esos sitios donde había nadado tanto en los meses anteriores, Repulse Bay, South Bay beach, toda la costa. Enrique que me pasa una barrita energética. Jurl! Puaj... no hay forma de comer eso, me hundo y se me junta la bola de engrudo con agua de mar. El segundo "lento" que se acerca y tengo que darle zapatilla para sacar algo de ventaja antes de que salten los rápidos. Pasamos la primera isla. Ya Middle island a la vista. ¡Eso significa que quedan menos de 4kms! "Dos turnos más de nadadores de ellos" pienso. Paso de seguirlos. Se van demasiado para el sur de nuevo. Decido seguir por mi cuenta. El rápido al agua y mejora su dirección. Empiezo a notar el latissimus dorsi, vamos, el músculo más grande de la espalda. Esto es territorio nuevo para mí, nunca había notado nada en él, pero los kilómetros pesan.
Veo ya como algunos de los equipos que han empezado una hora más tarde me alcanzan y pasan poco a poco. Llego a Middle Island. "¡Quedan ya menos de dos kilómetros! ¡Lo voy a hacer seguro!". Ellos se siguen alejando, se van demasiado para el oeste, le digo a Enrique que me dé lo último que tenga para beber, "naranja" le digo, pero cree que quiero naranjas de verdad, "no, no, beber, Gatorade o algo" al final consigue darme algo y les digo que desde allí ya puedo yo solo. Tiro recto, pensando que la carrera acaba en mitad de la playa, pero no, es en la izquierda. Sin problemas, veo la arena allí a lo lejos. Más equipos que se acercan alrededor mío.
Poco a poco somos más gente, ya veo claramente donde se acaba la cosa y apunto hacia allí. Olivia y compañía están por allí delante. Últimos quinientos metros. Ver si puedo ir un poco más rápido, pero ¿para qué?, el latisimus molesta, pero sin problema alguno. Disfruto de los últimos minutos en el agua. Nadar, nadar, hasta que veo la arena allí abajo, tocarla con los dedos, ponerme de pie y salir del agua hacia la gente que lleva el control de tiempo. "Muy bien, ¿de qué equipo eres?" "Iurgi de los que lo han hecho solo" y la gente alrededor cansados me miran con cara de sorpresa y me felicitan "¿solo? ¿lo has hecho en solitario?, ole tú".
Enrique está allí a pie de orilla con una mezcla de sonrisa y "lo siento" en sus ojillos. Me cuenta lo que le ha pasado. Por lo visto el kayak que nos dieron tenía un agujero y con las olas se le empezó a meter agua dentro del armazón. Al de pocos kilómetros ya estaba intentando achicar el agua con la botella de Gatorade que me había bebido, pero sin éxito. Al tener mucho más peso, controlarlo se le hacía más y más complicado y a cada ola grande que venía de lado se le volcaba el kayak. A la segunda o tercera ya no fue capaz de sacarla. Si ya en el agua me había sentido mal por chillarle, ya con la historia al completo todavía más, así que intentando animarle. Al final no fue lo que yo quería, para nada lo entrenado ni pensado, pero fue una aventura para recordar en toda regla.
Ducha rápida, estirar un poco e irnos para la zona de barbacoa a comer algo. Charlar con los de la lancha rápida. Darles las gracias y ellos felicitarme. Ver y hablar con mucha gente. Estaba cansado pero sin mucho problema. Cuando vi los tiempos, mucho mejor de lo esperado. 5 horas y 7 minutos. Tenía en mente lo de las cinco horas, así que calculando, la parada que hice y sobre todo haber podido ir en línea recta, a mi ritmo y con todas las bebidas y demases... mmm... 4h50minutos o por debajo. Muy contento. Se acabó la temporada de carreras, tocaba otra semanita de trabajo a saco y ¡vacaciones! Fin de semana de boda en Madrid y semana larga en Bilbao, sin internet (razón/excusa por la que no he escrito hasta ahora, el regreso ha sido heavy también). A ver que se me ocurre el año que viene.