Por navidades comentaba que me habían apuntado a una carrera de
orientación. La parte deportiva no me preocupaba en exceso. Íbamos en equipo de dos y Megan está en forma, pero no como para seguir mi ritmo. Así que el fin de semana con mucha calma incluido ir de hiking el sábado con amigos. Madrugar el domingo. Siete y poco en los minibuses de MongKok camino a SaiKung. Taxi y llegar a la salida en PakTamChung. Preparar lo que llevaríamos encima, un poco de calentamiento. Yo con la minimochila con agua, geles y varios para los dos, el cortavientos, buff, visera.
Me duraría todo encima unos cinco minutos :P Hasta coger algo de calor e ir quitándome cosas por el camino. Aquí de vuelta al punto de comienzo, ver como se nos echaban encima una tanda previa de corredores.
En función de si lo hacías solo, en grupo, tamaño del mismo y otros distintas salidas. Hacer cola para recoger nuestro mapa, ponernos en el punto de comienzo y ¡a correr! En el mapa veía que todo iba a estar en área de unos 8 kilómetros cuadrados que acabaríamos visitando en gran parte. Aquí el mapa.
Empezar sobre asfalto. Al de poco me quedaron claras las distancias y decidí no hacer trampas. Esto con el GPS demasiado sencillo y encima teniendo que oír a la americana "estos latinos, se supone que no podemos utilizar tecnología" :D En resumen en el mapa teníamos una serie de puntos marcados. Cuanto más lejos del punto de comienzo y más difíciles de conseguir más valor tenían. Encontrar el primer punto. Hacerme a la idea que esto tenía una parte de estrategia. Mientras corríamos a los segundos puntos intentando hacerme una idea del recorrido idóneo para coger cuantos más puntos posibles por el camino: "primero asfalto, luego subimos a esta colina, tiramos por la cima, bajamos por aquí un poco hacia atrás en el asfalto..." Todo muy bonito, hasta que nos metimos cuesta arriba. Barro. Mucho barro. Yo sin mucho problema, acostumbrado, pero otros participantes no tanto. Megan entre cagándose en todo ello y encantada cuando conseguía pasar una parte complicada.
Menuda foto. Me va a dar como vea que la he subido. En fins. A lo que iba. Parecía que la estrategia tenía buena pinta, fácil de orientarme sin siquiera sacar la brújula, pero no conocer el terreno tiene sus problemas. El recorrido en la colina era bastante cerrado. Así que aunque yo puedo correr sin mucho problema en esas condiciones no es lo normal para la mayoría de gente, con lo que poco a poco el ritmo se fue haciendo más lento, con competidores delante nuestro en cola... Ella con la calma por detrás.
Colaaaaa a paso de tortuga. "Dejen pasar señores"
Esta zona nos llevó mucho tiempo. Ver en el mapa una forma alternativa de bajar al asfalto. Bastaaaante empinada. Resbaladiza. Pero lo hicimos. Saliendo junto a una zona medio militarizada donde había jovencitos entrenando cual soldados. Una tanqueta al fondo...
"No disparen por favor, venimos en son de paz". A partir de este punto se podía correr sin problemas, asfalto. Pero Megan cansada y además las reglas estipulaban que no nos podíamos separar más de 10 metros "y no vamos a hacer trampas"... Así que con tranquilidad. Tomarse un gel de carbohidratos, beber. Trotar. Estábamos prácticamente en el punto más al sur y en ese momento darnos cuenta de una parte del "juego" que no sabíamos antes. Por cada minuto adicional que tardáramos sobre el tiempo límite de dos horas y media nos quitaban diez puntos. ¿Cómo? No había manera. Quedaban cuarenta minutos y Megan ya no podía correr más. Podíamos ir por el aburrido asfalto y sin recolectar más puntos o intentar ir por sendero que parecía relativamente sencillo sobre el papel. Ella dijo que si andando que adelante. Yo con el mapa.
Cada X encontrar uno de los puntos de señalización en donde teníamos que introducir lo que llamaban la "e-card", una especie de llave con chip que marcaba nuestros logros.
El 48 por lo que veía en el mapa nos daba otros 10 puntos más. Un poco de cuesta arriba y cuesta abajo, pero por sendero abierto.
Y ya que no íbamos a ganar decidimos participar en todas las actividades. La carrera estaba montada por
Médicos sin fronteras, con lo que había zonas donde se simulaba una zona en conflicto. Aquí uno con un tiro de bala.
El papel que nos tocó era el de cirujanos llegando los primeros al lugar, con lo que me tocó recordar mis cursos de primeros auxilios y el
triaje: evaluar las prioridades de atención para posibilitar el mayor número de supervivientes. Así que poniéndoles tarjetitas de colores a cada uno.
Espero no tener que hacer esto de verdad nunca. Tiene que ser muy duro ponerle a alguien la tarjeta negra, sabiendo que tal vez lo podrías salvar, pero que hay otros que tienen más posibilidades y por tanto preferencia... Bonito recordatorio de las cosas que hace la gente por ayudar en el mundo. Tras pasar la prueba y conseguir algunos logros más en la aplicación que te tenías que descargar en el móvil, corretear hasta la linea de llegada.
Y recoger nuestra puntuación.
250 puntos por los marcadores encontrados menos 34 minutos multiplicados por diez, -90 ¡Ouch! Pero bueno. Interesante actividad y por una buena causa.
Devolver la llave, recoger nuestra ropa y salir de allí, con miles de personas intentándolo a la vez, fue un poco caótico. Con lo que para la próxima vez, otra razón más para acabar dentro del tiempo estipulado.
Leyendo al respecto descubrir que hay
recorridos de orienteering montados por el gobierno abiertos para el público de continuo y
clubs y
asociaciones que se dedican a promover la actividad. Otra cosa más a repetir.