Siguiendo por la escalera
Un par de pisos más arriba nos encontramos algo bastante chino. Por una parte, como los apartamentos son pequeños, y porque es peligroso colgar la ropa en la ventana (no sé ni cuantas cosas he encontrado en mi colgador, empezando por bastoncillos para las orejas, pasando por chanclas, etc.), algunos deciden colgar la colada en la escalera. La mesa de mahjong, juego que entretiene a medio hongkong similar al chinchón pero con piezas de dominó, que también ocupa mucho espacio, a la escalera, y el pequeño altar para las ofrendas a los dioses que pululan el mundo, y el braserito y...Aprovechando el espacio. A fin de cuentas seguramente soy uno de los pocos que sube y baja las escaleras, así que tampoco es para tanto.