Soy un "comparador" compulsivo. Me gusta comparar todo, aunque a alguna le sacara de quicio. Así que a mi llegada a tierras occidentales no he podido parar de hacerlo a cada momento. Algunas veces las cosas que veo aquí son mejores, otros peores y muchas, ni una cosa ni la otra. A medida que se me vayan ocurriendo las ire poniendo (creo que esto va a ser largo):
El clima. Maravilla. 28 grados que son un calor agradable, bajo el sol, la brisa marina, frente al monzón hongkongita. Descubrir que apenas sudo aquí. Dormir sin aire acondicionado! Noches que refrescan. Recordar la sensación agradable de fresco en la calle y calorcito en casa, frente a la versión invertida de calor en la calle y aires acondicionados congelantes dentro de cuatro paredes.
Las casas. No hay color. Espacio, estética, aislamiento térmico, dobles ventanas, ¡persianas! ¿Por qué una vez que te sales de la península ibérica, creo que Italia y poco más no existen las persianas en el mundo? Una cocina de verdad, con espacio para cocinar, una vitrocerámica que se limpia en un pispas, un frigorífico de tamaño decente, cosas que te puedes encontrar en una casa media y en HK solo puedes desear en una casa del mayor standing.
Comida. Es curioso, pero con el tiempo cada vez soy más oriental en esto. Llevo 10 días sin sushi, salsa de soja y varios y lo echo en falta. Pasar por un restaurante de menú del día y compararlo con la oferta hongkongesa no tiene color. Más barato, muchas más opciones, incluso mucho más sano y en cantidades más correctas en la isla.
Hace ilusión comer alguna cosa que te falta en el día a día. Y curiosamente no es jamón, ni delicatessens las que se me vienen a la cabeza. Pan de verdad en distintas variedades, pescado azul, algunas verduras...
Mercado laboral. Te pones a hablar con amigos y te desesperas. Por muy competitivo que sea, con todo lo malo que tiene, pero al menos el mercado laboral en Hong Kong funciona, un local sabe que si le despiden o quiere dejar su puesto actual encontrará trabajo en un periodo de tiempo razonable. La gente preparada puede aspirar a una carrera. Aquí veo como no renuevan a alguien que está haciendo el trabajo de tres, por el sueldo de uno, todo bien, tras haber recibido una formación considerable de la empresa hace menos de un año, simple y sencillamente porque a algún gerifalte se le ha ocurrido que no se hacen contratos fijos este año, siguiendo seguramente las indicaciones de algún listo haciendo planes al más corto plazo.
Servicios. Comparar Iberia con Cathay Pacific (primera aerolínea de HK) es casi un sacrilegio, por el avión, como te tratan, los extras...
La velocidad al hacer las cosas. Una hora en el banco para que me den un papel. Tal vez en HK también tardes eso, pero al menos allí es porque están atendiendo a unas cuantas docenas, mientras aquí estábamos 4 clientes en total.
Los horarios. Aquí las tiendas paran a la hora de la comida, muchas, como las farmacias, cerradas a las siete y media. En Hong Kong vivo a siete minutos andando de uno de los grandes supermercado abierto las 24 horas, por no hablar de los seven eleven abiertos siempre, las tiendas abiertas hasta las diez u once los fines de semana.
Como se divierte la gente. Aquí la gente vive mucho más todo. La calle, la fiesta, el día a día. Un intentar disfrutar más la vida.
Deporte. ¡Me quieren cobrar casi 6€ por entrar a la piscina pública! Señores, promover el deporte, salud, etc. donde se quedó? En HK 1,8€. Lo mismo para el resto de instalaciones deportivas.
La no masificación. Volver a tener espacio para andar. Calles desiertas a ciertas horas. Poder pasear tranquilamente por toda una ciudad. Irse de paseo por el monte y encontrarse a un par de familias y poco más. En Hong Kong obviamente gente, gente y más gente por las zonas principales. Se pueden encontrar sitios apartados, aunque mucho más difícil.
Poder beber el agua directamente del grifo. En Hong Kong embotellada o hervida.
La edad de la gente. Se me había olvidado que los hongkoneses no han exportado la
poción de la eterna juventud que utilizan. Así que ahora todo el mundo me parece más mayor de lo que es.
Conciencia ecológica. Aunque aquí también tiene que seguir mejorando, al menos hay más sitios para el reciclaje, por el monte no te encuentras un montón de basura, etc.
Política. Como le gusta hablar de política aquí a la gente. Los telediarios, tertulias televisivo / radiofónicas y demás totalmente partidarias. En Hong Kong mientras tanto pasan bastante. Muy tolerantes, con ideas y religiones. Siempre cuento la misma batalla, pero la cuadrilla de amigas chinas incluye a catolicas, budistas, una musulmana, un ateo, no me extrañaría que algún protestante... Algunos muy practicantes, otros apenas, pero que no interfieren para nada en su amistad.
Continuará...
