En este lugar donde no echo de menos un coche para nada (las distancias son mínimas y el transporte público una maravilla), los hay de todos los gustos y supongo que al recién llegado le llaman la atención.
El número uno es el Toyota. Todos los taxis de la isla.
En algunas zonas los hay a patadas.
Los minibuses en segundo lugar.
Y a partir de aquí las cosas no tan habituales por otras ciudades. Los mercedes son parte del escenario. Hong Kong tiene que ser una de las ciudades del planeta con mayor proporción de Mercedes por habitante. Tenemos las berlinas.
La versión más deportiva.
Descapotable.
Otro Mercedes SLK descapotable.
También de Audi.
De BMW.
Un BMW más clásico.
Un BMV descapotable morado un poco macarra.
Otra macarrada.
También, Mini Coopers de todos los colores.
La versión más clásica.
Un Jaguar.
Un Maserati.
Y tirando a la supergama más clásica, también uno se puede encontrar de todo. Un Porsche Carrera.
Y otro.
Esto también es un Porsche, pero versión 4x4.
Un Ferrari
Otro Ferrari.
Un Lamborgini.
Pequeño paraiso para el que le gusten las cuatro ruedas.
